Las ultimas clases resultaron ser exactamente igual de impresionante que el resto; pasillos llenos de alumnos, profesores, y paredes llenas de carteles de bienvenida, lograron disminuir mis exhaustivas perdidas en aquellos inmensos pasillos, así también, disminuyo mis conversaciones con Morfeo, en realidad, no lo había vuelto a ver hasta poco después del primer breake general del college, sin embargo, no me acerque a saludarlo, pues lo había visto muy adentrado en una conversación que estaba teniendo con aquella bronceada que habíamos visto en el campo de futbol, la del Hang Drum, Summer. Su origen aún era un misterio, parecía ser una chica californiana, por el tono de su piel, y aquellos saludos que hacía con la mano, pero, la cantidad de cosas que sabía (y lo decía por la cantidad de palabras en distintos idiomas que nos había dicho), la hacían ver mucho más sofisticada, una chica seguramente multifacética...
Por otro lado, a Daylight, ella seguía comportándose exactamente igual de amable, pero a comparación de la bronceada, de ella si logre descubrir un poco más. Era una chica británica, pero, al menos, la mitad de su descendencia era una combinación de familiares argentinos y españoles, algo que, si se podía notar fácilmente, pues la forma en la que hablaba, solía tener un acento bastante marcado, algo que parecía enloquecer (en el buen sentido), al "handsome as hell", un apodo que logre rescatar, puesto que Daylight, no hablaba de otra cosa, y aquellas palabras solían escaparse de ella cada dos que tres veces en la conversación.
En cuanto a Darkness, él parecía más un libro abierto, era más sencillo hablar con él e incluso intuir lo que iba hacer o decir, cosa, que, claramente no notaba Daylight, y la frustraba de una manera inhumana, aunque aquello no parecía afectarle a su otra mitad.
Pero, Morfeo, oh... era exactamente igual al océano, uno en el que, por más que nadaras en aquel misterioso mar, jamás lograrías descubrir todos los secretos que guardaba, pues no podías indagar muy profundo al menos que ahogarse fuera una opción para ti.
Caminaba rumbo a casa, por las aceras de frente de la escuela. Admitir que, todos los nervios me habían abandonado en cuanto sonó la campana de la salida, era quedarse corto.
Repasaba mentalmente mis tareas pendientes, y al mismo tiempo intentaba grabarme todas aquellas calles que se encontraban cerca a la escuela, así que, no me había dado cuenta ni por asomo que una persona caminaba cerca de mí, con algo en las manos.
ESTÁS LEYENDO
The Evermore Garden
Teen FictionEl jardín Evermore, aquel que guarda grandes historias, infinitos romances, preciosos paisajes... pero, sobre todo, dramas y secretos, algo muy digno para un joven; un joven que comienza adentrándose en aquel nuevo mundo, llamado "amor", pero muy in...