El jardín Evermore, aquel que guarda grandes historias, infinitos romances, preciosos paisajes... pero, sobre todo, dramas y secretos, algo muy digno para un joven; un joven que comienza adentrándose en aquel nuevo mundo, llamado "amor", pero muy in...
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Cuando veía a Summer, no podía evitar pensar en el Evermore, y en lo seguro que me hacía sentir que aquel lugar le encantaría, pero, llámalo egoísmo, porque, no me atrevía a llevarla a aquel lugar tan mágico, lo consideraba un lugar especial, y no era el hecho de que ella no lo fuera para mí, porque en realidad, una parte de mi corazón la aceptaba, y no estaba completamente seguro de si se trataba de algo tan simple como la atracción lo que sentía, o si iba más allá, pero aún así, el Evermore se volvió mucho más especial para mí al haber sido compartido con Blueness.
Sabía en el fondo de mí que aunque todo estuviera bien entre nosotros, Blueness y yo, comenzábamos a tener nuestras dificultades, y con los planes del verano, todo aquello me tenía nervioso; aquello de verse mucho más tiempo de lo común con aquella bronceada me hacía tener la sensación de que era algo malo, pero por obra del destino, siempre terminábamos encontrándonos de algún modo, como en aquel momento.
-¿Todo bien?
-¿Por qué te la pasas las canchas de football, sí no perteneces al equipo o incluso a las porristas?
-La calma que trae a mí este lugar, me funciona para esto... -rasga con destreza aquel ukelele que llevaba en sus manos, tan colorido y elegante como su personalidad.
-¿Para tocar?
-Para inspirarme, Arush... -sonreía por mi comentario. Me había dado cuenta que todo lo que mencionara parecía divertirle, y era muy abierta en aquella cuestión, no temía mostrarme lo que pensaba.
-¿No tienes algo especial qué te inspire?
-Mm... la verdad es que sí.
-Bien, y, ¿qué es?-parecía ansiosa por mi respuesta.
-Los sentimientos
-Suelen ser muy confusos, ¿no te parece?
Me reí por lo irónico que sonaba aquello, por supuesto que los sentimientos tenían cierto toque de confusión, pero no podíamos evitarlo. Para ser precisos, nuestros sentimientos tenían aquel toque pero no era más ni menos que nuestra responsabilidad.
Summer comenzó a tocar una canción que me parecía muy familiar. Sonreí al recordar la letra, era de esperarse que sólo ella tocaría música tan distinta de un momento a otro.
-¿Qué te llevo a estar aquí tan tarde?
-Las clases avanzadas...
-¿Con Sparrow?
-No, no, mi profesora de literatura quiere que realice la prueba de aptitudes para aspirará a más que una clase básica, así que esto es más como las tutorías antes de lo grande.