El jardín Evermore, aquel que guarda grandes historias, infinitos romances, preciosos paisajes... pero, sobre todo, dramas y secretos, algo muy digno para un joven; un joven que comienza adentrándose en aquel nuevo mundo, llamado "amor", pero muy in...
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No pase mucho más tiempo en casa, dos días me habían servido bastante Lara poder reposar. Aquel día, cuando Morfeo me contó la leyenda del hilo rojo, me hizo ofensas en una cosa. Qué sí veía las cosas en un futuro entre nosotros y eso me alegraba mucho más de lo que me atrevería admitir.
Mis padres habían llegado pocas horas después de la cena, le habían agradecido a Morfeo por el trato que había tenido cómico y aquellos detalles tan agradables. Se había marchado demasiado rápido, pues afirmaba que la carga de trabajos y tareas lo aguardaban en casa.
Y claro que, no era sorpresa que estuviera esperando ansiosa por volver a verlo.
-Hola, My Archer...
Sentí sus brazos alrededor de mi cintura.
-Hola...
-Creo que jamás me acostumbrare a tu timidez. -dejó un beso en mi mejilla para después continuar con su comentario.- pero me gusta, muchísimo.
Mi cuerpo le respondía alegre, pues el corazón se aceleraba y odia jurar que las manos y las piernas comenzaban a temblarme.
-No deseo que el verano llegue, porque eso significará que tendré que alejarme unos días de ti, y no tendré la fortuna de abrazarte, y besarte... -esa última palabra, la había susurrado en mi odio, aunque él se mantuviera abrazándome desde atrás, sabía perfectamente qué podía notar mi sonrojo.
-Podrías venir...
-No, no, he conseguido planes aquí para esas fechas.
-Aún no sabía de lo que se trataba, pero para tenerlo tan emocionado, podía suponer que aquellos planes se trataban de lago bueno.
-Bueno, entonces tendremos que esperar a finalizas el verano para volver a vernos.
-No seas cruel con mi corazón y prométeme que nos veremos al menos por FaceTime. ¿Sabes?, aunque no me podré negar s una de tus cartas si es que deseas mandar una.
Suspire, de verdad había caído rendida ante los brazos de Morfeo, sí corazón era inmenso, todo que lo que me permitía conocer era maravilloso y podía estar más agradecida por ello.
No esperaba que fuera perfecto, pues sabía que la perfección no existía, más bien se trataba de concepto propio de aquello, que, por más imperfecto que fuera, era maravilloso ante tus ojos. No podía créeme lo que había estado anhelando por años, ante aquellas expectativas que se habían creado gracias todos aquellas historias leídas una respuesta una y el elemento ideal junto a ello, las películas.
-Yo prometo escribirte un poema, por cada día que esté sin verte.
Reí.
-¿Cómo las cartas de Noah a Allie?
-Mm... sí.
-Eso suena bien.
-Te quiero...
-Bueno, eso suena mejor...
Sentí como sonreía junto a mi mejilla antes de dejar un cálido beso en ella.
-Debo irme.
-Me gustaba más como sonaba lo anterior
Me gustaba verlo sonreír, y constantemente lo hacía, cada que le parecía divertido algo de lo que yo mencionaba.
Todo una tan bien en aquel momento que no tenía que algo fatal fuera a suceder. No era necesario pensar negativo, autosugestionarse estaba demás. Porque, podrás atraer todo aquello, ¿no?
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