Capítulo 18

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CAPÍTULO 18

    Cuando llegaron a la puerta del teatro Ibrahim tomó por la cintura a Suna, la besó rápido y le pidió que le mandara un mensaje cuando estuviera lista para irse. Halil y Mevly primero miraron al suelo para dejarles intimidad pero sus miradas acabaron coincidiendo y anhelándose como la primera vez que se encontraron. Mevly apartó sus ojos cuando Suna abrió la puerta del teatro para que los tres pudieran pasar.

    Halil se quedó en la puerta esperando a que llegaran los pequeños actores y Mevly y Suna avanzaron por la rampa que bajaba hacia el escenario. Suna fue a buscar parte de los disfraces mientras Mevly preparaba el maquillaje. Estaba claro que el maquillaje y los disfraces no eran necesarios para los ensayos pero eran la parte que más gustaba a los niños y, como se trataba de hacerlos felices a ellos, se maquillaban y disfrazaban en casi todos los ensayos.

    Suna llegó con las perchas móviles al mismo tiempo que Halil y los pacientes. Mevly al ver a los pequeños los saludó y les dijo:

    - Muy bien, unos a buscar sus disfraces y otros a la cola de maquillaje. Kara, me alegro mucho de verte y de que el cuento recupere a su bailarina.

    - Tú no lo hiciste tan mal substituyéndola el otro día, Mevly - dijo Suna guiñándole un ojo.

    Mevly se sonrojó recordando la escena vivida con Halil sobre el escenario y, sin mirar al doctor, explicó:

    - Ni la mitad de bien de lo que lo hace Kara. Anda preciosa ven que te llene esa bonita cara de purpurina para que brilles como una estrella.

    - Dime que el soldadito no llevará purpurina, lütfen - pidió Halil empujando la silla de ruedas de Kara hacia Mevly.

    - Con dos círculos bien rojos en las mejillas bastará doctor Yilmaz - dijo Mevly mirándolo a los negro ojos - por ahora.

    Halil se acercó y se situó a su lado mientras ella aplicaba cosméticos y maquillaje a Kara. Mevly intentaba que sus manos no temblaran al sentir la cercanía y el calor de Halil.

    - ¿Qué significa "por ahora", kuçuk beceriksiz? - preguntó el médico acercándose más a ella.

    Mevly tuvo que carraspear para contestarle:

    - Significa que el día de la función estarás bastante más maquillado, "doctor diabólico" (en español).

    Suna apareció al cabo de unos instantes para llevarse a Kara hacia la rampa que subía al escenario dejando solos por un momento a Halil y Mevly. La pediatra quiso dar a sus amigos unos minutos a solas para que pudieran hablar. Halil se sentó entonces en un taburete para que Mevly pudiera maquillarlo más fácilmente. Ahora la cara del médico quedaba ligeramente más baja que la de Mevly y cuando ella se giró, colorete en mano, se descubrió a sí misma casi entre las piernas abiertas de Halil. Lo tenía alarmantemente cerca y debía tocar su cara para maquillarlo. Él la miraba escaneando su cara y eso la estaba poniendo nerviosa a la vez que excitada. No la tocaba. Él tenía las manos apoyadas en sus rodillas pero Mevly sentía erizarse toda su piel igual que si la estuviera acariciando. Como aquella tarde. Notaba cada vez más calor y respiró profundo para serenarse.

    Mevly untó su dedo índice en el colorete lentamente y luego miró a Halil. Su cara la conmovía como no lo había hecho el rostro de ningún otro hombre. Su hermoso y espeso pelo negro clamaba caricias y su ceño siempre fruncido necesitaba un toque que lo relajara. Sus cejas enmarcaban aquellos diabólicos y brillantes ojos negros con los que ella llevaba días soñando. El fuerte mentón quedaba oculto bajo su cuidada barba y ella hubiera deseado pasar sus dedos por ese mentón para aprendérselo. Mevly tragó nerviosa y posó su dedo en la mejilla derecha de Halil dibujando un pequeño círculo rojo. Tomó más color y rellenó el círculo como si estuviera tocando la cara de su estatua favorita.

BARCELONA - ESTAMBULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora