Olivia
Las sirenas son tormentosas. Mi cabeza palpita escuchando ese sonido tan estridente. Mi visión es borrosa pero consigo enfocarla en algo metálico. Es uno de los lados de la puerta del auto rojo.
Las sirenas se hacen cada vez más fuertes. Con esfuerzo muevo la cabeza hacia un lado y veo a Abby, más bien su mano, sé que es de ella por el brazalete que lleva puesto, intento tomarla y, apenas lo logro, la sacudo esperando que apriete mi mano en respuesta pero no obtengo ninguna.
Trato de decir su nombre pero todo lo que sale de mi garganta es un sonido extraño, ahogado.
Siento como me falta el aire.
Mis piernas están atoradas en algo, no puedo moverlas, mis sentidos se disparan y empiezo a entrar en pánico, busco a mamá pero no puedo moverme. Mi cabeza palpita. Siento como el tiempo se extiende a una eternidad aunque sólo hayan pasado unos segundos.
Llevo una de mis manos hacia mi frente y veo como se manchan de sangre, pero no puedo decir si es en realidad la mía.
Mi mente se aclara y por fin puedo entrar en razón. Nuestro auto se volcó.
Tuvimos un accidente.
Mamá, mi hermana Abby y yo nos dirigíamos al evento de premiación donde le entregarían un reconocimiento a papá por su servicio en las fuerzas policiales. Dijimos que llegaríamos a las seis treinta en punto para el comienzo pero Abby no encontraba sus pendientes favoritos y tuvimos que buscarlos por toda la casa.
Cuando por fin los encontramos el reloj marca las seis cincuenta y tres. Mamá corre a esperarnos dentro del auto. Le pregunto si me deja conducir, sabía que aun no se había puesto su labial y quería darle un poco de tiempo para terminar de arreglarse pero se niega, dijo que lo haría en el baño del hotel una vez que lleguemos. Abby salta al asiento del copiloto usando la excusa de que por ser mayor debía ir ahí, no discuto y subo al asiento trasero, detrás de mamá.
Le envío un mensaje a papá diciendo el motivo de nuestro retraso y que estaríamos allí pronto. Me contesta con una carita feliz y me dice que la ceremonia se había retrasado un poco debido a que el jefe de su unidad tuvo un percance y que estaba a unos minutos de llegar al lugar. Me relajo en mi asiento y les comento a ambas lo que había pasado.
-Supongo que las salvé de mucho tiempo aburridas sentadas en esa mesa- habla Abby luego de escucharme.
- Lo hiciste pero hubiera preferido estar ahí sentada y no perdiendo mis nervios en casa- contesta mamá. Las calles no están tan llenas de autos como esperaba. Es más, esperaba mucho tránsito por ser hoy viernes pero todo está muy tranquilo, lo tomo como una señal del universo para que mamá no se estrese aún más por llegar.
- Mañana iré de compras con Julie, tengo que ver que le regalaré a Devon por su cumpleaños- menciona mi hermana mientras escribe en su celular.
- ¿Por qué siempre esperas a último momento para hacer las cosas?- reprocha mamá y Abby ríe.
- Sabes que es como un don, pero nunca tuve problemas por ello- se felicita a sí misma. Mamá voltea a mirarla y la acompaña con una sonrisa.
- Aún no, pero no deberías dejar que se haga una costumbre en algún momento puede jugarte en contra cuando tengas tus responsabilidades como adulta y lamentarás no haberme escuchado- Abby niega y sigue mirando su celular.
-Déjame vivir mi juventud, luego será tiempo para preocuparme por cosas de niña grande- pude sentir un largo suspiro por parte de mamá.
-Livie espero que no seas como tú hermana – escucho mi nombre y levanto la cabeza pero no llego a contestar ya que Abby se me adelanta.
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Encuéntrame a tu lado ✓
RomanceJoshua y Olivia son dos jóvenes marcados por la tragedia. Dos jóvenes completamente diferentes pero a la vez tan iguales. Dos jóvenes que aún intentan buscarle el sentido a la vida. Por separado creen no poder lograrlo, pero juntos crean un complem...