Capítulo 15

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Joshua

Primero buscamos dentro de Kentucky, luego fuimos a los estados limítrofes, en estas instancias empecé a sentir nervios cuando no encontraba la foto de Aurora. Si no está en el país significa que puede estar en otra parte del mundo.

Estuvimos unas dos horas frente a la pantalla hasta que una Rory sonriente aparece y mi corazón da un salto brusco.

Incluso llego a saltar en mi asiento casi cayéndome obteniendo la atención de todos los presentes.

-Hammond, Indiana-lee Ren.

-No puedo creer que se la haya llevado lejos-mi puño se aprieta y siento el roce de una mano sobre mi hombro. No quiero voltear, sé que es Olivia.

-No sé tú, pero estoy demasiado feliz de que aun siga en esta parte del mundo-resopla el oficial.

-Tengo que ir por ella ahora-me separo de ellos tomando una respiración profunda dándoles la espalda.

-¿Y luego qué? ¿Acaso tienes un plan?-la voz de la rubia hace eco en mis pensamientos- no puedes sólo irte, ni siquiera puedes salir del estado.

-Tengo que, no puedo quedarme aquí sabiendo que mi hermana está lejos de mi-el rostro de la chica se suaviza y Ren habla en su lugar.

-Soy el que debe vigilarte, debería ver si puedo pedir un permiso especial para ti pero el motivo es lo que me preocupa-Ren hace una mueca con su boca-no es muy factible que te dejen verla sin un juez de por medio. En estos casos ambas partes deben estar notificadas y no debe haber otra intención como traerla de nuevo para que viva contigo.

-Sé que va a ser difícil, lo sé Ren, pero necesito verla-mi voz sale casi suplicando-no estoy buscando convertirme en su tutor sólo necesito saber que está bien, que no le falta nada, por ahora me conformo con sólo verla de lejos.

Olivia mira a su padre y viceversa.

-Tía Sarah aun vive en Baton Rouge y siempre se está quejando de que no vamos a visitarla, ¿qué tan feliz estaría si le caemos de sorpresa y le llevamos un nuevo amigo de regalo?-habla la rubia sonriendo con picardía.

-Y será solo una hora de distancia entre ambas ciudades-piensa Ren en voz alta-déjame ver qué puedo hacer-me mira- no te prometo que nos iremos mañana, o la próxima semana, es mucho papeleo de por medio pero iré mañana temprano a la estación-se coloca su abrigo-te lo agradezco Charlie-el oficial palmea el hombro del chico quien le regala un saludo militar-y recuerda, nadie d....

-Debe saber esto-termina por él-lo entiendo perfectamente Ren-desvía su mirada hacia la rubia Livie, es bueno volver a verte-la chica sonríe respondiéndole lo mismo y luego me mira-buena suerte chico, espero conocer a Aurora algún día-su sonrisa cálida me reconforta en cierta manera.

-Gracias Charlie-respondo y salgo sin mirar atrás.

Es como si nunca hubiesen limpiado este lugar. Me he pasado la última hora levantando polvo y estornudando como un loco, este anciano de verdad necesitaba ayuda. La puerta de la tienda se abre y giro para encontrarme con un chico que parece de mi edad.

Se sacude los restos de nieve de su sobretodo gris y toma entre sus manos el gorro color azul que antes tapaba su cabeza.

-¿Quién eres tú?-pregunta una vez que posa su mirada en mí. Lo observo mientras me paro sosteniéndome de la escoba.

-Creo que yo debería ser quién lo pregunte-respondo. El castaño levanta una ceja y sonríe de lado soltando un bufido.

-Soy el nieto del dueño, tu turno-da un asentamiento. Creí que a este punto no tenía ninguna familia, es decir, nadie se ha dignado en pasar por aquí estando las fiestas tan cerca y por el aspecto que tenía la tienda parecen no haberlo hecho en mucho tiempo. O tal vez si pero no les apetece ayudarlo en esto.

-Trabajo para tu abuelo-comento-creí que estaba más que claro sosteniendo esta escoba, no es que voy por la vida limpiando lugares.

-Entendí tu sarcasmo, genio-deja su bufanda sobre el mostrador y la puerta de atrás se abre.

-¿Leo? ¿Qué estás haciendo aquí?-el señor Rodgers camina hacia él brindándole un fuerte abrazo.

-Quería sorprenderte-imita su acción con una gran sonrisa en la cara- y decirte las buenas noticias en persona.

-¿Qué sucede?

-Vuelvo a Kenwick-con esa simple frase el rostro del anciano se ilumina pero aun muestra un poco de confusión.

-Con volver te refieres a...

-Me mudo de vuelta a la ciudad-un sonido de felicidad sale de la garganta de Rodgers y vuelve a abrazarlo.

-No puedo creerlo, pero ¿cómo? No te despidieron ¿verdad?

-¿Por qué siempre piensas lo peor?-responde Leo riendo-me transfirieron aquí, el centro de urgencias necesitaba personal y prácticamente les rogué que me dejaran venir-explica pasando su mirada por la tienda.

-Joshua, lo siento-se disculpa cuando por fin se percata que aún sigo ahí-el es Leo, mi nieto.

-Nos acabamos de conocer-dice-parece ser bueno barriendo-sonríe mientras me da una palmada en el hombro.

-¿Tienes hambre? Te prepararé algo-avisa el hombre-tu también Josh.

-Me gustaría terminar primero con esto si no le molesta, no me gusta dejar las cosas a medio hacer.

-Por eso te ganarás el titulo al empleado del mes-me guiña un ojo sabiendo que soy el único empleado que tiene.

-Sr Rodgers-lo llamo antes de que pase por la puerta. Leo se adelanta y nos deja solos-la navidad se acerca y estaba pensando en unos regalos, me pregunto si podría sacar un par de cosas de aquí y usted me lo descuenta de mi paga del mes.

No puedo creer que esté haciendo esto. Soy una persona extremadamente orgullosa y jamás me imaginé ponerme en una situación así.

El rostro del anciano se suaviza y me sonríe con calidez.

-Déjame decirte algo-cruza sus brazos-hay unas pocas cajas que no he desempacado en miles de años ahí atrás-señala hacia la puerta del depósito-y creo que ya es hora de hacerlo, si me ayudas con eso puedes tomar lo que necesites y aun así recibirás tu paga completa.

Camina hacia mí y extiende una mano.

-¿Tenemos un trato?

Suspiro y la tomo sonriendo con agradecimiento.

-Lo tenemos, gracias Sr Rodgers.

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