Joshua
Estoy sentado en una sala de interrogatorios. Solo. He estado aquí por más de tres horas. No comprendo por qué tardan tanto. Miro al espejo frente a mí. No soy estúpido, sé que me están viendo. Y yo los miro fijamente. Mi pulso acelerado volvió a la normalidad después de una hora aproximadamente desde que me dejaron aquí.
Debo ser sincero, no me imaginaba estar en este lugar a mis diecisiete.
No. Nunca lo hice. Pero horas atrás me lo empecé a imaginar.
Cuando me sacaron de la casa supe que todo había terminado. Mi vida relativamente normal ya no lo era. Me pregunto qué viene después de esto.
¿Tengo derecho a una llamada? Y si es así, ¿a quién voy a llamar?
No puedo llamar a mi primo Michael, está en la universidad de Ohio y tiene cosas más importantes en qué pensar. Si llamo a la tía abuela Maggie seguramente me va a cortar. No escucha muy bien y es un escándalo llamarla por teléfono. Si lo hago tendría que gritar, toda la estación sabría lo que pasa conmigo, si es que ya no lo hacen, y no estoy de ánimo para levantar la voz.
Podría llamar al tío John. Su viaje de pesca ya debe haber terminado y para esta hora ya debe estar en su casa preparando la cena. Su rutina siempre fue muy predecible y eso es lo más genial que puede pasar en este momento porque realmente necesito hablar con alguien.
¿Pero qué digo? Nadie va a ayudarme, nuestra familia se odia, siempre lo hizo y si los llamo sólo sería para escucharlos decir "sabía que alguno terminaría en la cárcel, esos niños son raros al igual que sus padres."
El sonido de la puerta abriéndose interrumpe mis pensamientos y desvío mi mirada hacia el hombre que acaba de entrar.
Parece estar en sus cincuenta. Sus rasgos son definidos. Su cabello marrón con algunas señales de un color gris está perfectamente peinado hacia atrás y su bigote, cortado cuidadosamente. Sus ojos negros, penetrantes, me miran con una mezcla de curiosidad y cautela pero definitivamente sabe lo que hace.
Se sienta frente a mí con una carpeta abierta llena con algunos folios. Supongo que esa es mi información. Baja la mirada y empieza a leer.
-Aaron Joshua Tanner- bingo.
-Sólo Joshua, por favor- nunca me gustó mi primer nombre. Me mira un segundo y continúa leyendo.
-Cumples dieciocho años el dieciocho de agosto; naciste en Las Vegas, Nevada, pero te mudaste a Lexington, Kentucky, cuando tenías cuatro...-continúa leyendo mi expediente y yo trato de no escuchar ciertas partes, es más, obligo a mi mente a concentrarse en la luz parpadeante de la cámara en la esquina de la habitación-Wesley de veinte y Aurora de seis-lo miro-eres estudiante de la escuela secundaria Henry Clay, excelentes calificaciones por cierto-me guiña un ojo-y estás entre los mejores jugadores de basketball de tu escuela.
En realidad soy bueno en ese deporte porque papá me ha estado entrenando desde niño aunque últimamente sólo he jugado en el equipo por él, para complacerlo y ahora que lo pienso, al entrenador Daniels nunca le caí bien, de hecho estoy seguro de que si no fuese por la gran suma de dinero que mi familia dona por año a la institución, me habría sacado hace tiempo. Tiende a decir que siempre hago lo contrario a lo que me pide llamándome un rebelde más, pero nunca acepta que mis decisiones muchas veces nos llevaron a ganar partidos importantes.
-Registro de conducir en forma y obtuviste sólo una infracción por estacionar en el sector para discapacitados-continúa-planeas ir a la universidad local el próximo año, al parecer le gustas a la UK-miro hacia otro lado moviendo mi pie. No necesito oír mi biografía completa en audio libro, esto me está aburriendo- pareces un chico bastante normal-dijo levantando su vista hacia mí.
-Defina normal.
-Te camuflas entre la multitud, llamar la atención nunca fue lo tuyo. Eres normal comparado con las personas que llegan aquí cada día-cierra la carpeta y entrelaza sus manos sobre la mesa-No pareces ser un chico que sufra de algún trastorno psicológico involuntario que te obligue a hacer cosas como éstas. Tampoco sufres de depresión como la mayoría de los otros adolescentes ni tuviste o tienes una mala relación con los miembros de tu hogar.
-¿Por qué piensa que me conoce?
-No lo hago, pero apuesto a que todo lo que dije es cierto. Soy un perfilador, puedo saber cosas sobre ti aún sin haber hablado contigo. Sé leer a las personas-su pecho se infla con orgullo como si esa aclaración debiera hacerme sentir algo. Admiración, por ejemplo.
-Sé lo que hace un perfilador, no es necesario que me dé una clase informativa-bajo la vista a mis manos.
-No presentaste coartada.
-No.
-¿Por qué?
-Porque no hay nada que investigar aquí.
Su expresión cambia. Sé que estoy colmando su paciencia.
-¿Te estás declarando culpable, Joshua?
-Lo hice desde el momento en que ustedes llegaron.
Aún mirándome, sonríe y se reclina en su silla. Segundos después cruza sus brazos.
-¿Sabes? Te pareces mucho a mí cuando tenía tu edad. Un chico decidido, que siempre le hizo frente a las cosas sin importarle las consecuencias. Tu actitud despreocupada, tus respuestas inteligentes. No estás pensando en lo que vendrá. O tal vez sí-vuelvo a mirarlo- Estás asustado pero no lo demuestras. Y aún así estás dispuesto a aceptar la culpa. A partir de este momento tus palabras, lo que sea que digas, va a cambiarlo todo-aprieto la mandíbula-Te sugiero que lo pienses cuidadosamente Joshua. ¿Qué pensarían tus padres en este momento?
Mis puños se aprietan debajo de la mesa. Estoy seguro de que él lo sabe. Mi mente es un desastre. Y si, puedo imaginar a mis padres. Sé claramente lo que están pensando sobre mí en este momento. Pero lo dejo pasar. No dejo de mirar al hombre frente a mí.
Mi vida es una mierda. Lo es desde hace años, qué más da.
-Yo lo hice-lo digo casi por inercia, como si lo hubiese estado practicando hace mucho. No me reconozco, soy más como una cáscara vacía. No siento nada porque estoy presionando todos esos sentimientos en la parte más lejana de mi mente.
-¿Son tus últimas palabras?- continúa inspeccionándome. Sé que no me cree pero no me conoce. Nadie lo hace.
-Sí, señor.
Se levanta de su asiento y camina hacia mí.
-Joshua Tanner, quedas detenido por el asesinato de Gregory y Martha Tanner. Todo lo que digas será usado en tu contra, tienes derecho a un abogado, en el caso de no poder pagar uno el Estado te lo otorgará. Esperarás por tu juicio y sentencia posterior...- continúa hablando pero mi cerebro se desconecta automáticamente. Nunca esperé escuchar los nombres de mis padres en una oración así.
Es oficial, ahora todo el mundo lo sabrá.
Me convertí en un asesino.
¡Feliz sábado, gente! ❤ Espero estén teniendo un excelente fin de semana.
Sé que son los primeros capítulos pero ojalá les guste como está yendo la historia.
Por suerte, la semana pasada fue demasiado buena conmigo y pude adelantar muchos trabajos que tenía pendientes, entre ellos, la edición de varios capítulos... por lo que es probable que mañana suba uno más :)
¡Tengan un lindo día! mucho amor ❤❤❤
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Encuéntrame a tu lado ✓
RomanceJoshua y Olivia son dos jóvenes marcados por la tragedia. Dos jóvenes completamente diferentes pero a la vez tan iguales. Dos jóvenes que aún intentan buscarle el sentido a la vida. Por separado creen no poder lograrlo, pero juntos crean un complem...