Encuéntrame a tu lado ✓

Capítulo 27

Joshua

Desvío los ojos de Olivia y atrapo la mirada de Ren. Ni siquiera puedo adivinar que es lo que está sintiendo ahora.

¿Repudio? ¿Odio? ¿Decepción?

Todas ellas se aplican a esto y todas ellas cavan en lo más profundo de mí ser. La primera persona que realmente vio algo en mí además de un desperdicio para la vida, es él. Y ahora me siento como una mierda.

Es decir, si lo que Olivia acaba de decir es cierto, Wesley es el causante de que su esposa y a su hija murieran.

¿Cómo se supone que debe reaccionar si no es así?

-Lo siento-susurro antes de caminar lejos de ellos.

¿Lo más doloroso? Ninguno de ellos me detiene...y esta vez realmente lo deseo.

Es aquí cuando me siento aún más perdido que antes. Y por primera vez admito que siento más miedo del que puedo imaginar.

Camino sin rumbo hasta que me encuentro en un parque. No pongo atención hacia donde me dirijo pero al levantar la mirada me doy cuenta que estoy sobre un puente que cruza un pequeño lago.

Saco la caja de cigarrillos que cargo conmigo desde hace unos días. Si bien sólo la compré por comprar, ahora realmente necesito uno.

Es la tercera vez que lo hago en toda mi vida. La primera fue para probar, como todo adolescente de 14 años que trata de descubrir el mundo. La segunda fue cuando me enteré de la infidelidad de mi padre y ahora porque me siento el ser más horrendo del universo.

Me siento sobre la barandilla de hormigón del puente y lo enciendo llevándolo de inmediato a mis labios. Inhalo el humo y lo saco unos segundos más tarde acompañado de una pequeña tos. Ha pasado tiempo.

-Eres muy joven para fumar-vuelvo a repetir la misma acción ignorando la voz a mi lado.

-La juventud y la vejez son relativas-respondo mirando a lo lejos una pareja que camina junto al lago sonriendo-puedes tener 20 años y sentirte como si hubieras vivido 80 años o tener 80 y sentirte de 20 años.

-Con cada calada le quitas minutos a tu vida-ese comentario me saca una risa.

-Tal vez eso es lo que necesito.

Una suave brisa juega con mi cabello despeinándolo apenas.

-Tu vida suena deprimente si hablas de esa manera.

-Si la vida no fuese una mierda no estaría haciendo esto.

-Si la vida no fuese una mierda a veces, todo sería demasiado aburrido y nunca aprenderías nada.

Volteo a mirar al hombre de unos 40 años. Su cabello se está tornando gris y tiene una barba que cubre todo alrededor de su boca y mandíbula. Ni siquiera me mira.

-¿Habrá siquiera algún punto donde las cosas son más fáciles?-me atrevo a preguntar.

-Depende-me mira de soslayo y levanto una ceja-¿estás dispuesto a hacerlo más fácil o vas a seguir complicando las cosas?

Habla como si supiera exactamente lo que hay en mi alma.

-Las cosas se salieron completamente de control-admito-ni siquiera sé dónde estoy parado.

-Bueno, ahora te encuentras con los pies colgando de un puente y no creo que esa sea la respuesta que estás buscando.

Apago el cigarrillo y suspiro.

-No voy a tirarme si eso es lo que piensas.

-Es bueno escucharlo porque no sé nadar y no sería de mucha ayuda si te ahogas-sonríe y mira a su alrededor-sea lo que sea, siempre hay alguien que está peor que tu y aún así lo intenta.