Capítulo 9

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Mini maratón 1/2

Joshua

Dicen que las primeras impresiones son las más importantes. Si ese es el caso, estoy muy jodido.

Primero casi le tiro un pedazo de techo a la linda rubia que precisamente en ese momento se estaba duchando. Segundo, la vi sólo envuelta en una toalla, lo que no es para nada bueno...para ella, y tercero, sabe que un maldito asesino ahora está de albañil en su casa.

Ni siquiera pude presentarme adecuadamente porque su mirada me calló. Había desaprobación, repulsión y miedo en ella.

Y no la culpo.

Me digo que tengo que estar preparado porque todas las miradas que vea a partir de ahora serán parecidas o iguales a esa.

Padre e hija se encontraban discutiendo en la despensa de la cocina, apenas podía escuchar sus voces pero sabía que la rubia estaba enojada por lo que hizo su padre. Es decir, cualquiera reaccionaría así si te enteraras que un criminal está trabajando en tu techo. Hasta yo me pondría como loco.

Suspiro rendido y salgo hacia el patio trasero para terminar el trabajo y largarme de aquí. A este punto ya estaría lejos de la vida de estas personas pero yo destruí el techo que casi mata a la chica y tengo que repararlo.

Puedo haber salido de la cárcel pero tengo mis principios.

Mi habilidad con el martillo es un 4 de 10 pero me las arreglo para hacerlo lo mejor que puedo. Escucho la puerta abrirse y sé que ambos se encuentran mirándome, puedo notarlo gracias a mi vista periférica, sin embargo no me causa nada.

Al cabo de unas horas por fin termino con el techo, ni me pregunten que hice sólo lo hice y lo importante es que si llega a llover no habrá filtraciones o goteras dentro de la casa. O nieve.

El día se fue perdiendo y la noche está próxima. Levanto la vista mirando a mí alrededor. La suave brisa se siente más fresca por el sudor en mi cuerpo y rostro. Aun sentado en el techo me doy permiso de hacer algo que no había hecho en mucho tiempo.

Respirar.

Tan simple y estúpido como suene eso, es lo que más necesito en estos momentos. Cierro los ojos y respiro hondo sintiendo la linda sensación de mis pulmones llenos y luego suelto todo.

Desde aquí arriba la perspectiva es diferente. Puedo ver todo y a todos, como si tuviera un poder que nadie más tiene. Puedo ver lo que parado en el suelo no.

Me pregunto qué será de mí ahora. Pero lo más importante, pienso en Aurora y todo lo que tendré que hacer para siquiera verla.

Calmo mis ansias y finalmente bajo. Vuelvo a sentirme como un ser inferior, diminuto, uno más del montón.

Limpio mis manos con un trapo que previamente había dejado cerca de la escalera y me detengo cuando la puerta se abre.

-La cena está lista, deberías entrar-dice la chica con suavidad. Su mirada viaja disimuladamente por todo mi cuerpo y evito sonreír para no arruinar el momento.

-Debería irme, el techo está terminado, puedes estar tranquila de que nada caerá sobre ti esta noche-digo pasando de ella hasta el interior de la casa para buscar mi chaqueta.

-¿Dónde irás?-escucho a mis espaldas y giro la cabeza levemente.

-Debería importarte que me voy, no hacia donde-río y me dirijo hasta la puerta principal.

-Wow wow- habla el hombre bajando las escaleras con una toalla en su hombro. Huele a jabón, al parecer acaba de salir de la ducha.

-¿Ahora eres un perro?-hablo con indiferencia.

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