Capítulo 4

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Olivia

Mi garganta empieza a picar, y mi cabeza a palpitar. Una rima sin pensar.

Mis ojos se abren y cierran con fuerza debido a la luz, no es una muy fuerte pero siento como si hubiera estado en una cueva por una semana y fuese obligada a salir a ver la luz del sol.

Quema.

Mis ojos queman al igual que mi garganta. Me despierto y miro a mis lados buscando una botella con agua o lo que sea.

Por suerte encuentro un vaso de plástico medio vacío. Lo agarro sin pensar y bebo hasta la última gota, pero no lo considero muy bien y termino tosiendo por beber tan rápido. Escucho un ruido frente a mí y veo a papá caminando o mejor dicho casi corriendo hacia mi encuentro. Estaba tan concentrada en buscar agua que no me percaté de mi padre durmiendo en el sillón individual frente a la cama.

-Livie- emite en un susurro y en un segundo ya estaba abrazándome un poco muy fuerte por lo que suelto un gemido involuntario de dolor- lo siento, lo siento- se separa y pone sus manos en ambos lados de mi cara mirando mis ojos y todo alrededor de ellos, como si estuviera inspeccionando que todo esté en su lugar- mi bebé, ¿te sientes bien? Oh Livie- continúa hablando sin soltarme.

-¿Cuánto llevo aquí?- desvío la mirada de mi padre y miro el cuarto. Un típico cuarto de hospital. Paredes blancas una ventana grande tapada por unas cortinas casi trasparentes, todo inmaculadamente blanco salvo por el sillón verde a cuadros donde se encontraba papá. La habitación está fresca y yo llevo sólo una bata por lo que siento un escalofríos por todo el cuerpo.

-Tres días- habla en voz baja-debería ir a buscar al doctor, tiene que revisarte pequeña- no espera una reacción de mi parte y sólo sale del cuarto a la misma velocidad con la que despertó y llegó a mí.

Tres días. Llevo tres días inconscientes. Siento una puntada en la cabeza y llevo mis manos hacia ella masajeando con suavidad y procedo a acomodar la almohada para sentarme mejor. No pasa ni un minuto cuando la puerta de la habitación se abre y por ella entra un hombre robusto de estatura media y casi calvo que parece ser mi doctor a cargo. Su cara se ilumina apenas me ve y me dedica una sonrisa tan grande que hasta sus ojos verdes quedan escondidos que lo chinitos que se pusieron.

-Olivia, me da gusto volverte a ver-se acerca hacia mí y toma mi cara de la misma forma que papá hace un momento, un segundo más tarde gira hacia mi padre- ¿puedes dejarnos un momento a solas Ren? tengo que hacer unas pruebas de rutina.

-Eh, si, si, estaré afuera- eso último fue dirigido a mí y en verdad hubiera preferido que se quedara.

-Bien Olivia, nos diste un gran susto-ríe- quiero que sigas esta luz ¿puedes?- lleva una pequeña linterna encendida hacia mi cara haciendo que la luz me encandile pero aun así hago lo que me pide- no hay señales de una contusión- la retira para guardarla en el bolsillo delantero de su bata.

-Me duele la cabeza y el hombro-menciono agarrando mi hombro izquierdo, mi voz sale más ronca de lo que esperaba.

-Es normal debido al golpe que tuviste. Le pediré a Carla, la enfermera, que te suministre más morfina- empieza a leer unas hojas que se encontraban en la tabla de madera que había traído consigo- no tienes lesiones internas, no hay quebraduras y ninguna rotura de ligamentos en tu hombro, tu cabeza está bien- levanta su mirada y vuelve a inspeccionar mi cara-veo que tu cuerpo está sanando rápido, hace dos días tu cara se parecía a la de Rocky cuando peleó contra Apollo.

Lindo.

-Tuviste mucha suerte Olivia-esas simples palabras envían una corriente de frío a todo mi cuerpo y no sé el por qué.

-Necesito ver a mamá y mi hermana, ¿puede decirme el número de sus habitaciones?- empiezo a prepararme para salir de la cama pero el hombre frente a mi me detiene- sé que no debería moverme pero quiero verlas doc.

-Olivia- levanto mi mirada hasta sus ojos- llamaré a tu padre- con eso da media vuelta abriendo la puerta lo suficiente para sacar parte de su cuerpo hacia afuera, dice algunas cosas que no consigo escuchar y luego entra mi padre. El doctor se despide y nos deja solos.

-Papá, ¿cómo están ellas?-lo miro pero su boca permanece cerrada. Odio el silencio, siempre lo odié pero en este momento siento un aturdimiento dentro de mi cabeza, un sonido como un grito silencioso pero a la vez exasperadamente ruidoso-papá...

No dice nada, simplemente camina hacia mí y me abraza sólo un instante porque lo alejo a la fuerza.

-Por favor no- mis ojos picaban y mi garganta se cierra precipitadamente.

-Abby falleció al instante por el golpe directo, mamá en la ambulancia camino a aquí.

Mis ojos siguen enfocados en papá, y de pronto siento todo el peso del momento sobre mí. Mi garganta. Siento como se cierra hasta el punto de no dejarme respirar, inhalo con fuerza pero puedo sentir como se lastima en cada intento de toma aire. Me ahogo y sollozo. Un sollozo que luego se convertiría en un llanto horrendo. Cierro mis ojos con fuerza y siento los brazos de papá a mí alrededor.

No puedo respirar.



Mini capítulo y es todo por este fin de semana ;) ❤❤❤❤❤

¡Buen domingo gente linda y nos vemos el próximo sábado para la próxima actualización!

Pd: me llegaron algunos mensajes con sus teorías y de verdad que es divertido leerlas xD

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