DIOS MIO......
May, por el contrario, observó la situación con un decidido brillo en los ojos.
-Vaya, esto resulta muy interesante...
Dulce cruzó el despacho y pasó delante de Chris.
-No, no... -dijo, dirigiéndose a May-. La señora Herrera me acaba de decir que Poncho ha desaparecido.
-¿Cómo? -exclamó Any.
-Yo no he dicho que simplemente hubiera desaparecido. Vine a ver lo que le habías hecho... -la corrigió Helena, tras aclararse la garganta- a ver si sabías dónde puede estar. Desde luego, no es propio de él comportarse de un modo tan irresponsable.
Dulce se giró tan rápidamente que estuvo a punto de caerse. De forma casi automática, Chris extendió los brazos para sujetarla. Sus dedos quemaron la fresca piel de los brazos de la joven.
No se imaginó que ella se había echado a temblar y le costó controlar la respuesta inmediata que tuvo hacia ella. La soltó tan rápidamente que Dulce estuvo a punto de volver a perder el equilibrio y caer finalmente.
-¿Tiene pruebas de la implicación de Dulce en la desaparición de Poncho, señora Herrera? -le preguntó May-. Porque si no las tiene, está dándome pruebas irrefutables para un caso de acusación falsa.-¿Acusación falsa? ¿Cómo se atreve...?
-Un momento -dijo Dulce, inteponiéndose entre ambas-. ¿Ni siquiera estamos seguros de lo que ha ocurrido y ya estamos dispuestas a llevar el caso a los tribun.ales? Señora Herrera, ¿por qué no vamos a la sala de conferencias para poder charlar de todo esto tranquila y maduramente? A pesar de lo que pueda usted estar pensando en estos momentos, no tengo nada que ver con la desaparición de Poncho. Por el amor de Dios, hasta hace cinco minutos ni siquiera sabía que hubiera desaparecido. Si hay algo que pueda hacer para ayudar a encontrarlo, estaré encantada de hacerlo.
Chris se cruzó de brazos, tratando de no prestarle atención a las miradas de Any, que parecía estar tratando de sumar dos y dos. Hizo un gesto para negar con la cabeza, pero ella abrió la boca.
-Lo primero es lo primero. Quiero saber lo que este hombre tiene que ver con todo esto-No seas ridícula -dijo Helena-. Este hombre no tiene nada que ver con el asunto. Es Chris Uckermann, el mejor amigo de Poncho y el hombre que iba a actuar como su padrino de la boda.
-¿Él es el padrino? -preguntó Dulce, haciendo un estrangulado sonido con la garganta.
-Sí, por mucho que me desagrade, así es -replicó Helena, levantando la barbilla-. Ahora, ¿podemos, por favor, ponernos a tratar del tema que nos ocupa? Mi hijo ha desaparecido y a mí me gustaría encontrarlo.
-Por supuesto -afirmó Dulce, tocando el brazo de su futura suegra. Inmediatamente lo apartó, al darse cuenta de que el gesto no era bienvenido-. ¿Por qué no vamos todos a la sala de conferencias?...
Dulce estaba segura de que el suelo acababa de moverse. ¿Estaría Nuevo México sobre una falla? No recordaba haber vivido nunca un terremoto, pero eso no significaba que aquella no hubiera sido la primera vez.
Se sentó sobre la mesa de la sala de conferencias y apretó los pies contra el suelo para tratar de parar el movimiento, pero no funcionó.
Además de May, Any, Barry y Helena, se encontraba un tipo llamado Bruno, que era el jefe de seguridad de las Industrias Herrera. Mona entraba en la sala con frecuencia, para llevar café, té o pastas. Sin embargo, era la presencia de Chris lo que más incomodaba a Dulce.
Se había sentado a su lado. Aunque no la había mirado directamente durante los cuarenta y cinco minutos que llevaban discutiendo, Dulce era muy consciente de su presencia. No lo recordaba tan alto. Incluso sentado, era mucho más alto que ella. Y aquellas manos...
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Amante desconocido ***HOT***
RomansaDulce Espinoza siempre había tenido unas fantasías maravillosas. El problema era que esas fantasías jamás se habían acercado a la realidad... Hasta que se encontró a solas en un ascensor con el sexy Christopher Uckermann. Sin embargo, había otra cos...