Y ras tres días de viaje, finalmente llegamos a Asakusa en la noche. Adentrándonos de inmediato por las modernizadas calles de la ciudad. Llegando a la zona del centro con total calma al poco rato, transcurriendo por ellas con total calma, o al menos así era de mi parte.
—___— miré al chico de reojo tras escuchar mi nombre, notando su rostro extremadamente pálido con una expresión rara—. ¿¡Las calles ya se han desarrollado hasta este punto!? ¡Es de noche, pero todo sigue demasiado brillante!— dijo mientras volvía a caminar rápidamente, dirigiendo su mirada de un lado a otro—. ¡Y los edificios son muy altos!
—¿No has estado nunca en una ciudad?— pregunté mientras tomaba sus hombros rápidamente, apartándole de las vías del tranvía. Recibiendo una respuesta negativa de su parte.
—Me estoy mareando— murmuró. Me apresuré a tomar su muñeca y lo alejé del transcurrido centro, hasta un solitario puesto de comida en una pequeña zona arbolada—. Creo que me voy a morir— murmuró mientras se dejaba caer de golpe en el banco.
Sin más, me apresuré a tomar el abanico de papel que me ofrecía amablemente el dueño del puesto, comenzando a darle aire frío en el rostro para que se le marchara el malestar y volviera el tranquilo Tanjiro de siempre.
—Perdone, podría darme un tazón de fideos yama udon, el más grande que puedas preparar, por favor. Es para que recobre las fuerzas— el hombre asintió con una sonrisa, adentrándose a su puesto para poder cocinarlos—. ¿Estás mejor Tanjiro-kun? Toma algo de agua.
—Oh, sí, gracias por preocuparte— suspiró algo más aliviado tras beber de su cantimplora. Mientras que yo le retiraba la caja y la dejaba a un lado, sentándome entre ambos hermanos al finalizar—. Es la primera vez que estoy en un lugar como este y... hay demasiada gente.
—Sí, bueno— sonreí tranquila. En parte me recordaba a mí cuando llegue por primera vez a una ciudad—. Por lo general, se han vuelto bastante transcurridas y brillantes, y siempre logran sorprenderte con alguna cosa. Pero cuando pasas mucho tiempo en ellas, te acabas acostumbrando y aprendes como moverte— aseguré.
—Aquí tienes su tazón de yama udon modo extra grande— dijo el hombre mientras le entregaba el bol con comida a Tanjiro con una gran sonrisa orgullosa.
—Gracias— dijo con una sonrisa, tomando unos cuantos fideo que llevó a su boca. Deteniéndose y mirándome con una sonrisa avergonzada—. ¿Tú no comerás nada? Podemos comportarlo.
—No te preocupes por eso, ahora mismo no tengo hambre.
Asintió sin más, volviendo a tomar otros montón de fideos, deteniéndose momentáneamente con el ceño levemente fruncido, antes de levantarse con brusquedad, tirando el tazón al suelo en el proceso.
—Tanjiro— dije preocupada mientras me levantaba—. ¿Qué ocurre? ¿Has notado algo raro?
Sin más, tomó la espada que había dejado apartada a su izquierda, echando a correr sin decirme ni una sola palabra. Y en cuanto estuve por perseguirlo, Nezuko se aferró a mi cintura para evitar que me moviera de donde estaba, consiguiendo que lo perdiera de vista.
—Nezuko— dije mientras me giraba hacia ella con el ceño fruncido, pero esta ladeo la cabeza un poco confundida y con una mirada apenada—. ¡Ah! No puedo enfadarme contigo si haces eso— me dejé caer al banco exasperada junto a ella—. Se supone que tengo que vigilar los pasos de tu hermano, pero tampoco debería perderte de vista, Nezuko— suspiré—. Esto es más complicado de lo que parece— me giré hacia la menor de los Kamado, apresando sus mejillas entre mis dedos con suavidad—. ¿Por qué me has detenido?
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Kitsune [Kimetsu no Yaiba]
Fanfiction-Allí está ___- murmuró uno de los cazadores en el oído de su compañero. -Es muy bonita- respondió-. ¿Qué esconderá debajo de la máscara? -Seguro que tiene un fea cicatriz y le da vergüenza que alguien se la vea- rió mientras su compañero asentía dá...