Comencé a correr antes de ser del todo consciente de que lo estaba haciendo en cuanto vi a la lejanía la finca del patrón, posando de manera instintiva la mano sobre la máscara, un tanto pensativa.
Para mí lo raro era no llevarla puesta, pero ya prácticamente todos me conocían sin esta puesta. Estar sin ella me hacía sentir vulnerable.
Deteniéndome con brusquedad junto a la puerta, asomándose con precaución, asegurándome de que no había nadie más cerca. Girándome y caminando hacia el patio, sin la menor intención de usar la puerta principal.
Solo quería llegar a mi habitación antes de que se dijeran cuenta de que había vuelto para procesar todo lo que había pasado en la noche antes de enfrentarme a ellos por haberme ido sin avisar.
No quería que me regañaran y dormir un poco después de una noche tan larga en la que me habían bombardeado a preguntas y explicaciones.
Deteniéndome en seco al notar a los dos hombres sentado en el porche de la casa, hablando tranquilamente y que, por suerte, todavía no me habían notado. Dándome la vuelta con cuidado de no hacer ruido, comenzando a alejarme del jardín.
Esperaría en algún lugar del bosque hasta que Himejima y Kagaya se fueran. Había pasado poco menos de una semana fuera sin avisar a nadie, así que realmente no importaba porque estuviera unas cuantas horas más.
—Mierda— murmuré tras pisar una rama, mientras mi cuerpo se tensaba.
—¿Quién está ahí?— dijo el pilar con serenidad. Cosa que me hizo detenerme cuando estaba a punto de comenzar a correr.
Consejo a futuro para mí misma: Cuando intentes escapar de alguna situación sin hacer ruido, mira siempre donde pisas para que no te atrapen.
—___— me llamó Kagaya con una sonrisa—. Es agradable saber que estas de vuelta después de tanto tiempo desaparecida, pensaba que ibas a volver a irte— aparté la mirada hacia un costado con una mueca.
—Ya, bueno...— murmuré, dejando salir una risilla nerviosa—. Tenía unas cuantas cosas que atender. Nada más, aunque tenía que haberte avisado antes. ¿No vino Hela?— negó—. Ah... supongo que no la veremos por un tiempo.
—¿Qué es lo que has hecho?
—¿Yo? Yo no he hecho nada, pero ya sabes como es— comencé a jugar con mis dedos nerviosa mientras me balanceaba sobre mis propios pies—. Se irrita con facilidad y le gusta desaparecer. Se parece un poco a mí, supongo.
—¿No quieres sentarte con nosotros?— dijo Gyomei con una sonrisa—. No has interrumpido nada importante, y sería agradable poder hablar contigo tranquilamente. Aun no hemos tenido la oportunidad de hablar.
—Supongo que está bien— murmuré por lo bajo, observando mis botas. Al parecer, mi descanso tendría que esperar un poco.
Caminé hasta donde donde estaba en ellos, sentándome en el suelo lo más alejada que pude de ambos, quitándome las botas, llevando las rodillas hacia mi pecho, apoyando mi cuerpo en estas.
No entendía porque pero me sentía demasiado incómoda en este momento.
—Eres bastante más alto de lo que pensaba Himejima— solté sin pensar, escondiendo parte de mi rostro entre mis brazos mientras lo miraba a la cara.
—O quizás tu eres muy pequeña ___-san— rebatió con una sonrisa, mientras que una suave risa salía de entre mis labios.
—Supongo que los dos tenemos algo de razón de cierto modo— moví mis pies nerviosa—. Puedes hablarme sin honoríficos, es más cómodo para mi de esa manera.
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Kitsune [Kimetsu no Yaiba]
Fanfiction-Allí está ___- murmuró uno de los cazadores en el oído de su compañero. -Es muy bonita- respondió-. ¿Qué esconderá debajo de la máscara? -Seguro que tiene un fea cicatriz y le da vergüenza que alguien se la vea- rió mientras su compañero asentía dá...