27

579 75 13
                                    


Un suspiro escapó de entre mis labios mientras posaba una mano sobre el tirador de la puerta, mirando a mi alrededor para asegurarme de que no había nadie mirando hacia esta zona aun si parecía ser una zona poco transitada, así que no creía que fueran a llegar a molestarme.

Entrando finalmente al cuarto de baño, asegurándome de que la puerta estuviera bien cerrada. Dejando la bolsa de equipaje sobre el lavamanos antes de quitarme la máscara, dejándola a un costado con cuidado.

Mirándome en el espejo de reojo, sin querer fijarme demasiado en mi aspecto. Mis mejillas estaban ligeramente coloreadas por haber corrido hasta la estación con el uniforme mal acomodado y el cabello más alborotado y desaliñado de lo habitual.

Abriendo el equipaje que había traído conmigo, tomándome mi tiempo para cambiarme.

Quitándome mi habitual uniforme blanco por una camisa del mismo color con un par de volantes y un moño azul oscuro alrededor del cuello. Una falda larga negra que llegaba hasta mis pies, dudando unos segundo sobre si debía ponerse los zapatos de tacón que había traído o si quedarse con las botas.

Decidiendo por lo último para ir más cómoda, aun si hacía que la falda rozara con el suelo.

Acomodando la katana para que esta quedara escondida en mi lado derecho, manteniendo el mango a la altura habitual de mi cadera por si tenía que usarla de imprevisto.

En cuanto a mi cabello, me tomé mi tiempo para desenredarlo bien en un intento de que este fuera más maleable, aunque solo logré que este se esponjara un poco y las ondulaciones naturales desaparecieran casi por completo.

Tomándome mi tiempo para trenzarlo para poder amarrarlo en un moño bajo algo suelto, dejando dos mechones algo más suelto para poder acomodarlos a modo de flequillo un poco improvisado, ocultando por completo mi ojo derecho mientras el otro quedaba algo más escondido pero visible.

Mirándome una vez más en el espejo para asegurarme de que estaba todo bien acomodado mientras guardaba todo en el equipaje, dejando la máscara en la zona más accesible por si tenía que colocársela rápidamente.

Había oído a Kagaya poco antes de venir hablar sobre algo de una misión en un tren o en una estación, así que prefería tenerla cerca como un seguro a pesar de que no era capaz de reconocer mi propio reflejo.

Era poco probable que pudieran reconocerme si era alguien que me conocía, pero seguía sin querer cruzarme con alguno de ellos.

Saliendo del baño, alzando la mirada hacia el reloj que colgaba cerca del andén, notando que no quedaba mucho tiempo para que iniciara el viaje. Poco más de diez minutos.

Subiendo al primer vagón, avanzando con algo de lentitud por todo este a pesar de que sabía bien que mi asiento se encontraba en el último. Solo quería revisar quien estaba allí, buscar rostros conocidos para tenerlos localizados.

Frunciendo el ceño mientras cerraba con más fuerza el agarre en mi equipaje, dejando salir un débil chasquido.

—Antes lo pienso, antes ocurre— farfullé.

Había entrado en el anteúltimo vagón, observando como una cabellera rubia con puntas rojizas que conocía a la perfección sobresalía por su altura entre el resto de pasajeros -además de por su color-. Dudando unos segundos antes de seguir avanzando, intentando no mirarle para que no se percatara de que era yo, conteniendo el aire en mis pulmones sin darme cuenta.

Soltando todo el aire de golpe cuando crucé al siguiente vagón, avanzando bastante más tranquila antes de llegar a mi lugar. Apegando mi espalda a la ventana, manteniendo mi atención en el pasillo central, sintiendo como mis ojos comenzaban a cerrarse lentamente, dejando que el sueño comenzara a vencerme.

Kitsune [Kimetsu no Yaiba]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora