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—No quiero salir de aquí— murmuré mientras cerraba los ojos con fuerza.

Terminé de cubrir mi cabeza con la manta que había tomado en cuando había podido entrar a la habitación para cubrirme y recuperar algo de calor, y de eso no habían pasado mucho más de diez minutos.

Podía escuchar a la perfección un par de voces provenientes del otro lado de la puerta, removiendo de esa manera el habitual ambiente tranquilo del lugar para volverlo algo más energético y alegre. Justamente lo contrario a lo que yo quería sentir en este momento.

Solo quería mantenerme todo el tiempo que me fuera posible bajo la suave y cálida manta para intentar dormir todo el tiempo que diera mi cuerpo.

Es decir, si ya de por sí mi horario de sueño no era de lo más sano ni regular por mí trabajo, el estar toda la noche sin poder dormir al estar dándole vueltas a cientos de fantasmas que pululaban en mí memoria. Cosas que ya no tenían demasiada importancia porque estaban en el pasado.

—¡___-chan! ¿Estás ocupada...?— me llamó una voz bastante animada, sonando a la misma vez que desplazaban la puerta—. ¿Estás bien?— preguntó un tanto preocupada mientras ladeaba levemente su rostro con una pequeña mueca—. ¿Molesto?

Entendía bien su reacción.

No creo que todos los días te encuentres con alguien sentado entre dos muebles con la espalda apoyada contra la pared hecho bolita mientras se está cubriendo completamente con una manta, dejando únicamente un par de mechones esparcidos de manera aleatoria y una máscara.

—No te preocupes Mitsuri. Estoy a la perfección— murmuré con suavidad—. Tengo sueño, nada más. Es más, eso no es tan raro en mí— un bostezo escapó de entre mis labios sin poder evitarlo—. No soy alguien con buenos horarios de sueño, ni que duerma con facilidad en realidad— me levanté, manteniendo aún mi cuerpo bajo la manta, al menos de hombros hacia abajo. Acercándome, pues aún permanecía en la puerta.

—Oh, lo siento. He interrumpido tú descanso— bajó la mirada con las mejillas coloreadas—. Me iré entonces, no quiero seguir molestándote.

—Tranquila Mitsuri— la detuve rápidamente, tomando su muñeca con delicadeza—. No me molestas. Total, no es como si yo pudiera dormirme ahora mismo— sonreí mientras me encogía de hombros, dejando caer la manta, poniéndome frente a ella—. ¿A dónde me quieres llevar Mitsuri? Me dejo guiar completamente por ti.

—___-chan— dijo con una sonrisa de oreja a oreja, tomando mi muñeca con suavidad—. ¡Vamos!— comenzó a tirar de mí con suavidad.

—Mitsuri— la llamé mientras miraba a mí alrededor, intentando saber hacia donde me estaba llevando, pues estábamos recorriendo el pueblo con pasos rápidos

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—Mitsuri— la llamé mientras miraba a mí alrededor, intentando saber hacia donde me estaba llevando, pues estábamos recorriendo el pueblo con pasos rápidos.

—¿Ocurre algo?— preguntó mientras bajaba la velocidad y giraba el rostro para verme.

—¿Vamos a algún lugar en concreto?

Kitsune [Kimetsu no Yaiba]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora