Abrí los ojos con lentitud, revisando de manera instintiva mi cuarto de un vistazo rápido, antes de levar mi máscara para quitarme las legañas que se habían acumulado en mis ojos. Para después levantarme, cambiarme por un nuevo kimono, y salir al pasillo hacia la habitación donde aun debían de estar los chicos, asomando mi cabeza con cautela debido al ruido.
Aun era bastante temprano en la mañana, y apenas había salido el sol hacía una media hora pero la luz casi no llegaba a esta zona. Por lo que en parte, el ruido que provenía del interior no era razón para enfadarme (además de que me había despertado por mi propia cuenta). Además de que no había nadie más en la casa de glicinia aparte de nosotros y la anciana.
—Nezuko-chan— canturreó el rubio con un tono empalagoso a pesar de estar aun en el interior del cuarto.
Definitivamente, a estas alturas y tras haber pasado solo dos días con ellos, ya no había nada que hicieran que pudiera sorprenderme. O eso creía.
Abrí la puerta lentamente y sin hacer ruido para ver que estaba ocurriendo en el interior, asomando mi cabeza con cierto recelo. Nezuko y Tanjiro estaban corriendo en círculos alrededor alrededor de todo el cuarto, siendo perseguidos por Zenitsu con una sonrisa boba.
—¡No seas tan frío, Tanjiro!— gritó el rubio.
—¿Qué hacéis?— pregunté extrañada. Los tres se detuvieron y me observaron. Haciendo que Zenitsu girara su rostro hacia mí con una sonrisa extraña—. ¿Por qué estás persiguiendo a Nezuko y Tanjiro?— miré por todo el cuarto en busca del único que faltaba en el lugar—. ¿Y dónde está Inosuke?
—¡_-_-_-chan!— gritó el rubio mi nombre por sílabas, antes de correr hacia mí con los brazos abiertos, dispuesto a abrazarme.
Di un paso hacia atrás para esquivarlo, cuando de golpe una almohada surgió de la nada, golpeando a los dos chicos, tirándolos al suelo. Inosuke me miró desde la puerta del patio con una sonrisa maliciosa, tirándome otras dos almohadas hacia mí rostro. Pero pude tomarlas antes de que me golpearan, lazándoselas de vuelta con la fuerza justa para que le golpearan el rostro y pecho.
—Nuestro desayuno estará pronto— sonreí mientras limpiaba mis manos. Sonriendo hacia Nezuko, la cual se había acercado hasta a mí con una sonrisa—. Hola, Nezuko— sonreí, dejando que esta tomara mi mano, con dulzura—. Vamos a la caja, pronto va a salir el sol— esta hizo un mohín, pero asintió conforme con sus palabras—. ¿Quieres dormir conmigo esta noche?— asintió rápidamente emocionada—. No hay ningún problema, ¿verdad, Tanjiro?
—No, claro que puedes— dijo con una sonrisa dulce mientras se sentaba en el suelo.
Nezuko se metió en su caja, por lo que me limité a levantarme y caminar hacia la puerta. Con la intención de ir en busca de la anciana para preguntarle si tenía algún tipo de juego de mesa o libros para pasar el tiempo. Pero apenas cuando di tres pasos fuera del cuarto, se volvió a escuchar un grito por parte del pelinegro.
—¡Alto! ¡Detente, Inosuke!— gritó el rubio.
Volví a entrar a ese lugar un tanto extrañada. Viendo esta vez a Tanjiro siendo perseguido por el pelinegro, mientras que Zenitsu intentaba detenerlo, corriendo tras él... ni si quiera habían pasado dos minutos sin mirarles, y ya estaban otra vez en esta situación.
—Inosuke— se detuvo de golpe, consiguiendo que Zenitsu se chocara con la espalda de este. Pero milagrosamente no le replicó nada por eso—. ¿Me acompañarías un segundo?
—¡No! ¡___, no te vayas a solas con él! ¡Este bruto intentará golpearte!— gritó alterado el rubio mientras movía sus manos de un lado a otro, con la nariz un poco roja debido al golpe.
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Kitsune [Kimetsu no Yaiba]
Fanfiction-Allí está ___- murmuró uno de los cazadores en el oído de su compañero. -Es muy bonita- respondió-. ¿Qué esconderá debajo de la máscara? -Seguro que tiene un fea cicatriz y le da vergüenza que alguien se la vea- rió mientras su compañero asentía dá...