Un suspiro cansado escapó de entre mis labios mientras llamaba con algo de fuerza a la puerta de la finca mariposa. No quedaba más de una hora para que anocheciera, así que solo le quedaba esperar a que le abrieran.
Tenía que tratarme cuando antes los cortes que tenía en la mano y muñeca los cuales, aun si no eran muy graves, prefería no tener al descubierto, además de que dolían bastante cuando rozaban contra las mangas de mi uniforme.
Había sido una completa idiota en varios sentidos.
Por un lado, había recibido un regaño bastante largo de parte de Amane después de haberme desaparecido sin avisar. Con el añadido de que la había despertado -aunque una parte de mí creía que me había estado esperando-, al haber aparecido en la madrugada. Lo único bueno era que ya tenía de vuelta mi uniforme habitual con esos arreglos que le había hecho yo por mi lado.
Y bueno, había salido al patio junto a Kiriya en la mañana, después de recibir otro regaño de su parte y de sus hermanas por haberme ido de esa manera. Un gato de pelaje negro había aparecido en el patio y había ido junto al menor a darle mimos al felino.
Y en el momento de acercar mi mano hacia gato para acariciar su cabeza, recibí su ataque, sin tan si quiera tener un bufido de advertencia, haciéndome las heridas que me estaba cubriendo ahora para que la sangre no manchara la ropa que llevaba.
-Esto es lo que me pasa por confiada, pero ese gato parecía tan sumiso y cariñoso- murmuré para mi misma a modo de regaño. No parecía aprender de mis errores-. No volveré a confiarme de ningún animal que no conozca, aun si no parecen ariscos.
-¿___-san?- preguntó la ojiazul confundida en cuanto abrió la puerta, escaneando mi cuerpo en busca de heridas-. ¿Qué te trae por aquí? Es bastante tarde, ¿ha ido todo bien en tu misión?
-Sí, no te preocupes- sonreí, sintiéndome un poco tonta.
La razón por la que iba era tan insignificante.
-Vengo a tratar esto- dije mientras le mostraba parte de mi mano, mostrando el pañuelo atado alrededor de esta para detener parte del sangrado.
Tenía que pedirles un botiquín provisional por si algo similar volvía a pasar.
-No se ve muy grave- dijo mientras tomaba mi mano, mirando por encima de la herida, haciendo a un lado las "vendas" sin llegar a quitarlas.
-Es solo un corte- le quité importancia-. Se que no es nada, pero son de estos cortes que sangran más de lo que son, y quería ponerme vendas limpias.
-Vamos dentro, en cinco minutos podrás irte.
La pelinegra soltó mi mano mientras se daba la vuelta, caminando hacia el interior del edificio, guiándome hacia una habitación pequeña de curas -o eso indicaba la camilla solitaria y las estanterías con materiales e instrumentos médicos-.
Sentándome en la camilla después de que me lo indicara con un ademán simple, tomando un par de cosas, acercando una silla para ponerse frente a mí.
-Aoi- la llamé con una sonrisa, recibiendo un leve "uhm" mientras tomaba mi mano-. Puedo curarme sola, ya he dicho que no es nada grave. Puedes irte si tienes algo más que hacer- afirmé.
-No tengo nada más- aseguró, alzando la mirada para poder verme a los ojos-. Me aseguraré de tratarte como es debido, no pienso tolerar que lo hagas mal con algo tan tonto como un par de cortes- asentí.
Su preocupación me parecía más que tierna, pero seguía siendo algo que prefería hacer yo por mi cuenta.
-Yo también tengo conocimientos de medicina, aunque no son tan avanzando como los que tenéis Shinobu o tú. Pero puedo con esto- insistí-. No te preocupes de más por esta tontería. Estoy segura de que sobre esta hora tienes que...
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Kitsune [Kimetsu no Yaiba]
Fanfiction-Allí está ___- murmuró uno de los cazadores en el oído de su compañero. -Es muy bonita- respondió-. ¿Qué esconderá debajo de la máscara? -Seguro que tiene un fea cicatriz y le da vergüenza que alguien se la vea- rió mientras su compañero asentía dá...