La tercera falla

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Llego a la casa de Daniel y toco la puerta. Su madre, quien es mi tía, hermana de mi difunto padre, abre la puerta y la saludo, luego paso directo al cuarto de Daniel, tengo confianza para hacerlo.

Toco la puerta de su cuarto. ''No se puede'' escucho que me dice, yo igual entro porque sé que es broma.

Esta con su hermana de tres años tratando de ponerle un vestido. Me quedo de brazos cruzados y me rio dentro de mí. Mi primita se le escabulle y se mueve tanto que podría considerarse una tarea imposible vestirla. Ambos parecen dos niños y de cierta forma lo son, aunque Daniel tenga mi edad.

—¿Y se supone que la vestirías hace cuantas horas? —le pregunto burlándome y dándole la mano para saludarlo.

—Ja ja, muy gracioso. Es que esta niña amaneció rebelde —me dice.

—Ven, déjame a mi —le digo. Tomo el vestido, se lo coloco, lo abrocho y ella sale de la habitación brincando—. Vez solo hace falta ser inteligente.

—Y si se necesita ser inteligente ¿cómo hiciste para ponérselo? —me pregunta con sarcasmo.

Ambos nos empezamos a reír, pero...

"La luz se apaga"

Sabemos que significa, el generador se ha apagado. Ambos guardamos silencio por un momento, nos miramos fijamente esperando lo mismo, que la luz regrese.

Mi corazón se acelera un poco, estoy a punto de decir algo cuando...

"La energía regresa y las luces se encienden"

—Es la segunda vez en este mes que el generador falla —me dice Daniel en tono serio.

—Y cada vez tarda más en regresar la energía —agrego.

Hay un instante de completo silencio.

—Mi padre me dijo que ayer, en su ronda por la alambrada, vio una mutación. Dijo que era como un lobo pero del triple de su tamaño, que solo andaba en el límite del bosque y la alambrada, pero luego se interno en el bosque de nuevo.

El padre de Daniel tiene el cargo de guardián. Ellos son los encargados de mantener la paz y la seguridad en la Aldea.

—¿Has pensado qué pasaría si el generador no encendiera? —me pregunta.

—Eso no puede pasar, para eso están los reparadores, ellos deben de mantener el generador funcionando.

—Pero, ¿qué pasaría si no pudieran? Sabes que el núcleo no durara por siempre —me dice.

La verdad nunca lo había pensado, o tal vez trataba de ignorar esa posibilidad. El núcleo es lo que le da vida al generador. Cuando se construyo la Aldea y el generador, también se creó la necesidad de inventar una fuente que mantuviera trabajando al generador. Entonces se invento el núcleo, una fuente de energía pura concentrada con forma cilíndrica de unos cuarenta centímetros. El generador se encarga de convertir esa energía pura en energía eléctrica, o eso es lo que nos dijeron en la escuela. Aunque nunca nos explicaron con exactitud que contiene el núcleo, gracias a él podemos mantener la Aldea a salvo.

El simple hecho de pensar que podría terminarse su energía y estar a merced de las mutaciones es algo aterrador.

—Pues entonces los reparadores lo solucionaran, buscaran otra fuente de energía —le respondo a su anterior pregunta.

El solo asienta, aunque sé que mi teoría no lo convence. Yo le sonrío y le coloco la mano en el hombro y le digo:

—Tranquilo, estaremos bien.

El asiente de nuevo y quedamos otra vez en silencio, contemplando la posibilidad de que suceda un acontecimiento que amenace la paz de la Aldea.

Como ya falta poco para la charla en la escuela, nos levantamos. El toma sus cosas y salimos hacia la escuela. En el camino no hablamos mucho, la posibilidad de que el generador falle empieza a pasearse por mi mente, pero yo la aparto rápidamente y sigo mi camino. El generador no puede fallar, no hay porque preocuparse o al memos trato de convencerme a mí mismo de eso, aunque ya no esté tan seguro.

Más allá del bosque del AvernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora