"Una luz en medio del caos"

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"Narrado por Leah West"


El sonido de mis pasos resuena en las paredes del lugar, dando la extraña sensación de que alguien más camina cerca de mí. Avanzo con precaución, extendiendo mis manos hacia adelante procurando no tropezar con nada.

Al llegar a un gran salón el ambiente cambia por completo. Se trata de una sala gigantesca con cientos de asientos acochados los cuales ya se hayan rasgados por todas partes. En el frente, por donde he entrado, hay una enorme tarima con un podio tirado en el centro. Al fondo se halla un enorme ventanal que permite que la luz entre con facilidad inundando el lugar con su resplandor.

Dudo mucho que en este lugar logre encontrar algo, sin embargo cuando estoy a punto de salir me permito lanzar una última mirada al lugar. Entonces, al mirar hacia el alto techo, mi corazón se paraliza del pánico.

Unas extrañas figuras cuelgan del techo. Son una especie de bolsas blancas y ahí se agrupan por decenas, quizá cientos. Además, extrañas telas con extraños bordador cubren las esquinas y le dan un ambiente espeluznante al lugar.

Empiezo a retroceder con cuidado, no tengo idea de que se trate pero estoy segura que, sea lo que sea, no es nada bueno.

Al salir, la oscuridad me envuelve de nuevo. Estoy planeando subir al siguiente piso donde quizá pueda encontrar alguna pista cuando un grito proveniente de la planta baja hace que me paralice y cada vello de mi cuerpo se erice.

—Mónica —logro susurrar en voz baja al tiempo que me llevo una mano al pecho.

Empiezo a regresar sobre mis pasos, chocando con las paredes debido a la falta de visibilidad, intentando averiguar de dónde exactamente ha salido el grito. No estoy segura de por qué lo hago. Soy consciente de que quizá este dirigiéndome hacia mi propia muerte, de que quizá Mónica se haya topado con alguna mutación y aquí estoy yo, yendo a ser su postre. Pero no puedo dejarla solo allí. Desde el instante en que emprendimos nuestra misión nos volvimos un equipo y si puedo ayudarla, debo hacerlo.

He logrado recorrer el camino de regreso y empiezo a bajar la escalera tan rápido como puedo. El dolor en la herida de mi pierna empieza a intensificarse a cada salto que doy mientras desciendo. He puesto apenas un pie en el piso cuando escucho un segundo grito. Me quedo helada unos instantes, pero instantáneamente obligo a mi cuerpo a reaccionar y a seguir moviéndose. Empiezo a avanzar hacia el lugar de donde ha salido el grito cuando veo perderse tras una esquina la silueta de los chicos siendo perseguidos por la sombra de una figura monstruosa.

Me dispongo a empezar a correr en dirección a donde los chicos han huido cuando oigo unos pasos y murmullos. Me giro rápidamente.

Unas extrañas formas se acercan desde la entrada. Me quedo quieta al notar que es un grupo de personas.

Ellos parecen notar mi presencia y también se detienen. Durante un instante nadie hace ni dice nada, entonces uno de ellos da unos pasos hacia el frente y decide hablar.

—¿Hola? —la voz me suena familiar, aunque tardo un momento en reconocerla por completo.

—¿Anthony? —pregunto con cautela.

—¡Leah! ¿Eres tú? —su voz, por algún motivo, me trae un poco de calma.

—¿Cómo has llegado aquí y quiénes son ellos? —pregunto mirando de reojo al grupo de personas que se encuentran detrás de él, entre la penumbra.

Anthony se dispone a responderme cuando de repente la realidad me golpea y recuerdo que los chicos están en peligro.

—No, no hay tiempo para eso. Debemos rescatar a Mónica y a Nethan. Una extraña mutación los persigue —digo apresuradamente.

— ¿Por dónde se han ido? —pregunta una de las personas que hasta entonces se encontraban en silencio detrás de Anthony. Es un hombre alto y con abundante barba.

—Por aquella esquina —les informo señalando el lugar—. Los he visto cruzar y no muy detrás una extraña figura con varios pares de patas y una especie de cola alargada los perseguía. Debemos darnos prisa.

—Jeff, Walter, vengan conmigo y tengan listas las armas, los demás quédense aquí vigilando que no haya más de esas cosas.

Anthony, los extraños y yo corremos por los largos pasillos buscando a los chicos. Por suerte estos hombres tienen armas aun más grandes y seguramente más potentes que la que nos dio Anthony. Además tienen unas potentes linternas que hacen que el camino por los pasillos se vea perfectamente.

—Por allá —dice uno de los hombres dirigiendo su linterna hacia un largo pasillo.

La luz choca de lleno contra el cuerpo de la mutación, la cual esta a tan solo un metro de distancia de Mónica y Nethan. Ellos están en el suelo arrodillados y abrazados, esperando ser devorados por la bestia. Yo he dejado de respirar y mi cuerpo esta inmóvil ante la escena.

—¡Disparen! —oigo que ordena el hombre de la barba he instantáneamente una ráfaga de detonaciones provenientes de las armas hacen que me lleve las manos a los oídos y cierre con fuerza mis ojos. Unos instantes después cuando finalmente los disparos cesan, solo logro percibir un pitido agudo que penetra mi mente.

Más allá del bosque del AvernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora