De no ser por ti

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~02~

=Sofía=

Sigo sin lograr comprender lo que acaba de pasar, en un abrir y cerrar de ojos me encuentro sentada junto con Marina comiendo, mientras Carlos fue a comprar una bolsa de papas.

—Vamos Sof, tienes que comer bien, desde que nos sentamos, sólo estás dándole pequeñas mordidas a tu hamburguesa —me pide mi amiga. 

—¿Qué? Eso no es cierto, claro que estoy comiendo —respondo con sarcasmo. Marina me vio con una cara de pocos amigos, haciéndome entender que le debo de mostrar mi hamburguesa, suspiro y le muestro—. ¿Ves? Sí estoy comiendo.

Ella sólo ríe como si estuviera peleando contra una niña pequeña muy terca.

—Bien, pero come más, porque si no, la próxima vez que mi mamá te vea se va a morir por lo delgada que ya estás.

Yo sólo rio, es cierto, no he visto a su madre desde hace un tiempo, es una mujer muy agradable, Marina y yo llevamos conociéndonos desde hace más de diez años, y cuando éramos pequeñas acostumbrábamos pasar el rato en su casa varias veces a la semana, pero ahora ni por error me cruzo con ella.

—Aquí están, pensé que ya se habían ido, y sin mí —dice Carlos como si estuviera a punto de llorar.

—Oh por favor, creí que ya nos habíamos librado de ti —Marina contesta quejándose.

—Ya saben lo que dicen Mar, hierva mala nunca muere, así que haz espacio, me voy a sentar —Carlos comienza a empujar a la otra para que se mueva, pero parece que es más difícil de lo que cree. 

—¡Eres demasiado pesada!

—Tu eres demasiado débil, ni siquiera estoy poniendo tanta fuerza para impedirte que me empujes.

—Tu eres muy pesada, ¿yo débil? Jamás.

Mientras ellos dos peleaban lo único que yo podía hacer era reír por las caras que hacía Carlos, y la tranquilidad de Marina, ella es muy fuerte, pero nunca la había visto comparando su fuerza con la del primero, él parece una pequeña y frágil ramita comparado con Marina, ella es todo el árbol.

—Disculpen —dice una voz detrás de mí, es la de un chico, es grave, pero suena nervioso, tímido más bien. El moreno, la castaña y yo nos quedamos callados —¿hay lugar para uno más?

Decido mirar hacia atrás, un chico alto, cerca de 1.80, con ojos y cabello muy negros, su piel era muy blanca, parecía un vampiro, si no fuera porque estaba sonriendo, (eso lo hacía verse muy lindo y una persona muy agradable) creería que viene a seguir molestando.

No puedo creer que se atreva a venir aquí, es él.

=Vicente=

Camino a la cafetería me topé con un trío de distraídos, un chico y dos chicas, casi me caigo dos veces por culpa de su lentitud, ¿qué se creen? ¿los dueños del camino? No es que me interese, pero, ¿están hablando de que una de ellos es un marciano? Son demasiado extraños, en las veces que casi he chocado con ellos, hablan de cosas muy distintas, ¿cómo llegaron a hablar de apuestas perdidas si estaban hablando de la impostora de su amiga? Parece divertido, raro, en exceso, pero divertido.

—Sí, así que ahora, invita nuestros desayunos, y rapidito —comentó el moreno que las acompañaba.

—Los únicos desayunos que pagaré serán el mío y el de Sof —comentó una de las chicas, ¿en serio?, tengo hambre, y se ponen a pelear justo en la fila.

T E M P E S T A D [✔] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora