La primera gota que cayó

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~04~

=Sofía=

Ten cuidado con lo que haces, te estás metiendo en el ojo de la tormenta

Este chico trama algo, pero lo único que hace es sonreírme inocentemente mientras me tomaba del brazo.

—¿Qué es lo que necesitas? —fue lo único que podía decir, pero él solo siguió sonriendo.

—Bueno.... dije te que acompañaré cuando no quieras ir sola —lo dice mientras sonríe y se rasca la cabeza.

—¿Acompañarme? —pregunto confundida. Realmente es muy raro, ¿qué quieres de mí?

—Sí —afirma con seguridad, aún más seguridad que cuando estaba tratando de dialogar con el loco de hace un rato —así que hoy te acompañaré y...

—Alto —lo interrumpo antes de que pueda terminar de hablar —, no, realmente no necesito que me acompañes, yo puedo ir sola —finalizo. Después, intento soltarme de su agarre, pero no puedo, él no está poniendo fuerza ¿acaso soy tan débil?

Él sólo se queda mirándome, su cara sigue formando esa sonrisa amable y pacífica, con la que lo conocí. Eso comienza a ponerse extraño, ¿por qué no me suelta? 

—¿Segura? —me pregunta.

—Sí —contesto al momento. No quiero pasar ni un segundo más con este chico.

—Bien —accede a soltarme. Justo después mete sus manos a los bolsillos de su pantalón, y se queda ahí, parado frente a mí.

Este tipo es muy raro, ¿por qué no te vas?, pienso. El peli negro, que se había puesto a mirar hacia otro lado, comienza a mirarme con diversión.

—¿Por qué no te vas tú? —menciona de la nada. No entiendo, ¿contestó a mi pensamiento?, ¿acaso lee mentes? —No, sólo te escuché, estás pensando en voz alta —responde con cierto aire de superioridad. 

Trágame tierra. No puedo dejar que se burle de mí; suspiro cansada y me atrevo a hablar con firmeza.

—Bien, entonces responde mi pregunta: ¿Por qué no te vas? —ataco, no perderé la dignidad de esta manera.

—Yo te dije, ¿porqué no te vas tú? —contesta en el mismo tono —Parecía que estabas muy apresurada por irte, y ahora, sólo estás perdiendo el tiempo estando frente a mí. Comienzo a pensar que realmente que no quieres ir sola, sólo dilo, y te acompañaré.

—No quiero que me acompañes, me iré, sólo estaba esperando que tú te fueras primero.

—Aww —comienza a sonreír como si hubiera visto algo muy tierno—. Te estás preocupando por mí.

—¿Q- QUÉ? —alzo la voz confundida. Este chico es un problema y además, es muy molesto.

—Te estás preocupando por mí —repite mientras se acerca a mí y rompe la poca distancia que había entre nosotros. 

El pelinegro se había agachado para que yo dejara de levantar tanto la cabeza. Ese no es el problema, si no que, ahora su frente y la mía estaban a sólo centímetros. Trato de hacer que retroceda pero no puedo: el muchacho toma mis manos, y las pega a su pecho; ahora no puedo empujarlo con facilidad.

Por mucho que quiera, no será fácil, ¿qué puedo hacer?, Marina y Carlos no están conmigo; salir corriendo es algo poco posible, ya que si lo hago, puede ser que tenga buenos reflejos y salga peor. ¡Esto es una escuela!, ¿Cómo es posible que nadie vea que me siento acosada? 

T E M P E S T A D [✔] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora