Las olas también son un problema

14 4 1
                                    

~29~

=Sofía=

"Mi viento"

Ese había ido un sueño demasiado alocado, cómo me había atrevido a decirle a así a un chico con una voz extrañamente parecida a la de Viento. Aunque tengo que admitir que la voz del pelinegro es un poco más suave que la del chico con el que hablé ayer, en aquel sueño.

Pero sólo fue eso, un sueño y nada más.

Nunca hablé con nadie, Marina y Simon no se pelearon. Yo no le dije a nadie de esa manera.

—¡Buenos días mi Chofis! — gritó mi hermano desde el marco de la puerta, yo sólo asentí tranquilamente como si le permitiera entrar a mi habitación.

Detrás de él, Marina tenía un regalo en las manos, el cual me estaba entregando.

—¿Qué es esto? — los cuestioné. Cada vez que Carlos no estaba, el rubio de cabellos dorados, y la chica de ojos miel se volvían los mejores cómplices.

—Sólo ábrelo— dijo la castaña con diversión— es un pequeño recordatorio de lo que puedes hacer cada vez que estás en medio del mundo de los sueños y el de la realidad.

No entendía. Miraba de Simon a Marina una y otra vez con desconfianza, hasta que me decidí a abrir la pequeña caja.

Tenía un gorro, que juraba haberlo visto antes, pero no recordaba de dónde y en quién. Era gris, con lana por dentro, un gorro muy abrigador.

Pero la lana no era lo único que había dentro de él. Había una pequeña nota, con una frase escrita por Marina y decía:

"Para tu desgracia, y nuestra fortuna, te debemos decir, que eso que crees haber soñado, no fue más que una realidad"

No fue un sueño... espera... ¡No fue un sueño! ¡Realmente le dije a alguien todo eso!

Cómo quisiera que la tierra aceptara mi solicitud para que me tragara.

¿No puede haber un día en el que no haga el ridículo frente al recuero de Viento?

—¿Entonces? — Simon irrumpió mi momento de dramatismo — ¿Cómo crees que ese chico haya reaccionado?

—No quiero saber— contesté al momento.

—Oh, por favor. No puedes quedarte un mes en cama sólo porque le dijiste así a alguien. ¿Cómo piensas que uno conquista a alguien? —me regañó Marina.

—Es distinto— dije sin ánimos. Me quería hundir en mi cama, soy tan tonta que mientras estaba adormilada no dejé de pensar en el pelinegro.

También le había dicho que mi corazón estaba latiendo por sólo haber escuchado su voz... ¡No puedo creerlo! ¡Esto va de mal en peor!

...

Han pasado varios días desde ese accidente navideño, y ahora, ya no me arrepiento tanto de eso. Sólo cuando a Marina se le ocurre recordármelo, pero el sentimiento de culpa y vergüenza se pasa volando.

Hoy es el día...

Hoy se termina este año de locos, hubo cosas buenas, como también hubo cosas malas. Eso es como en todos los años ¿no? Pero la diferencia es, que sentí que me conectaba con una historia de mi pasado, y más tarde, que podía volver a amar.

Todo por un chico con unos ojos demasiado peculiares...

No había visto a Ramiro, ni tenido contacto con él desde que le di las buenas nuevas en Noche Buena, y puedo decir que estoy preocupada por él, el chico con ojos color ámbar no es de desaparecerse de esa manera.

T E M P E S T A D [✔] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora