Viento y Olas

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~19~

=Vicente=

Ella fue, es y siempre será mi sueño.

-Rami, ¿Vicente está muerto?- una voz delicada me hizo despertar, junto con el suave toque de una cálida mano en mi frente.

-¿Cómo va a estar muerto? Simplemente es flojo, y está dormido- contestó la inconfundible voz de Ramiro.

Su comentario me hizo gracia, aquella chica que estaba con él, estaba preocupada por mi estado mientras Ramiro despreocupadamente le dio mi diagnóstico: soy flojo.

Así que no pude evitar sonreír.

-¿Ya ves? Está vivo, nada más se hace el dormido- se quejó Ramiro.

Ramiro comenzó a molestarme, picándome la mejilla con su dedo mientras la chica estaba aterrada viendo lo que él me hacía.

-Déjame, desgraciado- me quejé con la voz ronca por haber despertado hace poco.

-No, hasta que te levantes de tu agujero de la tristeza- dijo riéndose.

Mientras luchaba vagamente para que Ramiro me dejara, Cecilia estaba en el marco de la puerta admirando la escena.

-Vicente, ¡ya levántate!- gritó Cecilia desde su lugar- Lana, qué vergüenza contigo querida, ven conmigo, ese par no tiene cura- dijo, la chica, quien era Lana, se fue con Cecilia, y estaba horrorizada por ver a su primo molestando a un chico apenas despierto.

-Mi prima se traumó- dijo entre risas Ramiro cuando se fueron Lana y Cecilia.

-Ya lo creo... Ahora vete, quiero seguir durmiendo- contesté sin ganas.

-¿Irme? ¡Apenas llegué!- se quejó ofendido.

-¿Y? Eres una visita, ya me viste, es hora de irte. Largo- dije volviendo a acomodarme para dormir.

-Vamos, chico, ¡es hora de volver a salir! Llevas semanas aquí.

-Y las que me faltan... Ahora, fuera.

-No me dejas otra opción- dijo Ramiro seriamente, tomó aire y comenzó a gritar- ¡SEÑORA CECILIAAAA! VICENTE ME ESTÁ CORRIENDO DE LA CASAAA!- gritó un par de veces.

Con esa simple frase se me quitó todo el sueño y la flojera que pude tener, y salté hacia él para cubrirle la boca. Pero ya era muy tarde:

Una Cecilia enojada había llegado con una pistola de agua hasta la puerta de mi habitación.

-Ramiro, quítate del camino- dijo firmemente, él, asustado iba a obedecer, pero no lo solté de mi agarre.

-Si muero, te vas conmigo- le dije a Ramiro.

-Pues si así lo deseas, Ramiro... ¡Este es su castigo!- dijo Cecilia seriamente.

Bianca y Lana habían llegado por detrás suyo y una estaba riéndose por la desgracia que estaba por pasarnos y la otra, estaba horrorizada... 

-¡Vamos tía Ceci! ¡Es hora de que Vicentito aprenda!- exclamó Bianca sedienta de diversión.

-Señora Ceci... ¿no cree que esto es algo...?- dijo asustada Lana, pero no pudo terminar porque en ese momento Bianca sacó otra pistola de agua, ¿de dónde? Ni idea. Sacó la segunda pistola, y se la entregó a Cecilia.

T E M P E S T A D [✔] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora