La lluvia que llena el vacío

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~32~

=Vicente=

No estaba listo.

—¡Te atreviste a tocarla! —gritó furioso Ramiro— ¿Crees que soy imbécil?

—¡No, y por eso no te doy explicaciones! —esta vez grité yo.

Las cosas se habían puesto tensas entre el rubio y yo. Desde el día de la fiesta él ha buscado la manera de evitarme, pero esta vez no lo dejé.

Fui hasta su casa, y con ayuda de Diana logramos que bajara y ahora, estamos peleando en su cocina, sus papás están trabajando y Diana no sabe qué hacer.

Ya le expliqué de todas las maneras posibles que no pasó nada entre Sofía y yo, y que si no le dije, fue porque quería evitarme esta pelea...

—¡Preferiría mil veces perder mi casa en un videojuego a que creerte esa mentira! —reclamó, eso dolió, prefiere perder todo antes de creerme.

...Sin embargo, él no me cree y mi paciencia se está agotando.

—Créeme o no, esa es la verdad, si estás enojado porque no te lo conté ¡no es mi problema! ¡Sabes muy bien que detesto dar explicaciones de lo que hago! — dije, él no soportó más y me golpeó, yo no contraataqué, porque mi ideal era un diálogo pasivo.

¿Por qué todo tiene que arruinarse cuando estoy cerca?

—Y tú sabes bien que no me interesa el hecho de que no me lo dijeras. ¡Sabes bien porqué me quejo!

—Ramiro, tú no quieres esto— contesto ya más tranquilo. De alguna forma el golpe que me dio me hizo reaccionar, o también, porque el impacto me hizo girar la cara en dirección a Diana, quien está aterrorizada.

—¡Quiero golpearte! ¡Eso es lo único que quiero!

—Hazlo, pero no enfrente de Diana, ¡Diana no merece verte así!

—Sofía no merecía que te aprovecharas de ella en su estado ¿qué me dices de eso? ¿Vas a seguir metiendo a mi prima en esto?

—¡Una vez más te digo que eso no pasó! —repetí. Ya había dicho que me arrepentía de lo que hice, ¡debería ser yo el que deba ser defendido por Ramiro! ¡La castaña inició!

Pero yo acepté, y eso me hace cómplice, y también el culpable, por eso mismo vine con Ramiro. Lo conozco, él me diría todo en la cara, me haría sentir mal, sí, pero al final, y no sé cómo, saber que alguien más cree que tengo la culpa, me reconforta.

—¿Y qué es la marca de su cuello? —preguntó en un tono de obviedad —¡No seas sínico y admite que le hiciste lo mismo que le haces a todas tus conquistas!

Eso hizo que mi paciencia comenzara a desaparecer.

—¡Ella no es una conquista! ¡No entenderías el significado de esa mordida!

—¿Que no entendería? ¡Por favor, Vicente! ¡Desde hace dos años le haces lo mismo a todas! ¡Si Sofía se vuelve tu conquista, yo me...!

Diana le cubrió la boca al rubio, y los ojos color ámbar estaban llenos de furia, esto no salió como esperaba, y mi paciencia estaba por desaparecer.

—¿Qué vas a hacer? ¡¿Le dirás que no se acerque a mí?! ¡¿De la misma manera en que me dijiste que no contestara ni una llamada en Navidad que fuera de un desconocido?! ¡¿Vas a llorar otra vez buscando consuelo diciendo lo que piensas?! —ataqué.

—No sabes de lo que hablas. Eres un imbécil, por eso Sofía te rechazó, te ignoró y comenzó a convivir conmigo.

"Hubiera deseado que fueras otra persona"

T E M P E S T A D [✔] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora