PRÓLOGO

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Este día nublado hace parecer que una tormenta desee llegar pronto, lo gracioso es, que ya está aquí

No podía dejarla ahí, ¿Dónde estaba el "dúo dinámico" que siempre la acompañaba?, me haría sentir mejor que estuvieran con ella, consolándola, pero, no están, y eso me hace sentir impotente, sus lágrimas de dolor eran una de mis peores debilidades, ya era débil antes de conocerla, pero acercarme a ella me hizo aún peor.

—Después de la tempestad, viene la calma —dije, mientras me acercaba a ella, pero en el momento en que se dio cuenta de que estaba cerca, comenzó a secar las pocas lágrimas que recorrían sus mejillas.

—¿Que esa no es la tormenta? —dijo a la defensiva.

—También, son sinónimos, pero qué te puedo decir, el punto es, que después de la tempestad llega la paz y la tranquilidad.

Ella se queda callada, así que sigo hablando, aunque realmente me quisiera callar, no quiero arruinarlo, no justo ahora.

—La tempestad tal vez haya dejado desastres a su paso, que se tendrán que corregir, si, pero nunca al corregir esos desastres volverás a tener esa tempestad

—¿Cómo sabes que no regresará? —contestó intentando que no se notara su voz rota por el llanto.

—No lo sé, pero confío en que no pase —confesé justo cuando llegué a su lado.

—¿Y eso qué? 

—La confianza en ti misma es lo más valioso que encontrarás —Al terminar esa frase, me senté a su lado, y la abracé,  y ella comenzó a llorar en mi hombro.

Pasó un buen rato hasta que por fin uno de los dos se animó a hablar, quien tiene más valentía en momentos difíciles como este: ella

—¿Porqué me permites seguir llorando? —¿qué? esa es la pregunta más rara que he escuchado —Todos siempre me detienen porque "tengo que ser fuerte".

—¿Por qué tienes que ser fuerte? Somos humanos, y tenemos sentimientos, llorar no te hace más débil, o más fuerte —creo que no le gustó mi respuesta, detuvo el llanto, pero sé que todavía tiene mucho por soltar—. Y porque así puedes desahogarte, eso es lo que necesitas, no tienes porqué ahogarte en tu propio llanto —comenzó a llorar otra vez, y la abracé más fuerte como si no hubiera un mañana ¿lo estoy haciendo bien o la estoy asfixiando? , definitivamente esto no es lo mío, ¿debería ir por comida o me debo quedar abrazándola? 

Ella se detuvo otra vez, parecía que quería decir algo, pero no podía, no quiero forzarla, así que decidí esperar en silencio hasta que estuviera preparada, ese silencio sólo era interrumpido por su sollozos.

—Gracias —fue lo único que logró formular y luego, comenzó a llorar otra vez, odio a esta chica, con sólo una palabra puede hacer que mi corazón lata como loco. 

Ella logró formular al menos una sola palabra, yo sólo pude darle un beso en la cabeza para hacerle entender que sin importar qué pase yo estaría ahí a su lado.




T E M P E S T A D [✔] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora