CAPÍTULO 4

64 7 28
                                    

Pablo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pablo

Buscó un punto negro en la arboleada acumulada. Agudizo mi vista en el marcador del francotirador. Pienso en las probabilidades de que el animal se haya quedado quieta detrás de los árboles. Un animal como ese es escurridiza, no creo que sepa permanecer en su sitio por mucho tiempo.

Percibo un movimiento así que ajustó en la mira al sur, en unos 5 metros. Trabajar de lejos es cada vez más complicado, no tener esa utilidad que tus sentidos manuales puedan tocar algo más que el arma empotrada en el sitio, excepto por la mira.

Jodidamente difícil.

Exhalo precipitadamente cuando la ave vuela en mi frente, no al costado como tenía previsto. Giro el instrumento para disparar cuidando que sea un intento de tres que tengo limitado.

La bala demora siendo ese el fin cuando la ave avanzando regresa a una izquierda, justo en el momento que el fuego impacta contra su cuerpo inservible.

Pues que voy mejorando, al parecer.

Quito mis guantes, a la vez que escucho una sirena avisando que el perímetro cinco va a ser registrado en unos minutos. Salgo de este pequeño balcón ocupando mi tiempo en revisar cámaras de seguridad y planos del territorio.

Este espacio es lo más parecido a un servicio militar. Me encantaría vivir en este pero teniendo otras ocupaciones que cumplir me es imposible.

Mi objetivo es aprender a usar armas, conocer acerca de estrategia en ataque y sobretodo algo en especial.

Una vez terminado con las obligaciones que respecta a este trabajo voluntario, voy a las duchas compartidas.

Mis compañeros me observan extrañados al entrar a las duchas. Probablemente porque no llevo ropa para cambiarme, les doy una sonrisa torcida mientras adentro mi cuerpo a la ducha más alejada de ellos.

De mi bolsillo extraigo un aparato que me permite ubicar a quienes deseo en mis manos. Aquí escondido me permito revisar el exterior, ya que en líneas generales toda comunicación más allá de tu labor indicada está prohibida.

Tengo un mensaje del único número que guardo en este artefacto antiguo.

Le:

Sin paradero de Azier.

Daila: Canadá

Sebastián: Miami

Daniel: París

Katherine: París

Eleanor: Miami

Anne: Londres

Tae: Francia, desconozco el lugar pero no es París.

Bufó con la última información ¿Qué andará haciendo el motociclista?

Escribo un pequeño mensaje retórico: Nunca volveré a verla, menos el día que me ofreces, ni el despertar de un nuevo día.

Consciencia X Impulso © [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora