EPÍLOGO

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Dayla.

Carta a su sacrificio.

Soy Dayla Spencer que siempre quiso descubrir dudas y verdades, pero nunca supo cuán difícil sería enfrentarlas. Yo tan sólo quería tener en mis manos la consciencia de saber quién está detrás.

Sin embargo eso ya no importa porque... ¿Saben que es lo más jodido de esto? Que aún no aprendo por completo, que nunca lo haré. Que por más que busqué, es hora de admitir que mi cascada está perdida. Y por más que lo encuentre, nada ni nadie hará valer lo que me costó llegar hasta ella.

Para ser sincera, estoy cansada de ser fuerte cuando en el fondo quiero volver a ser la niña ingenua que esperaba a sus padres en la puerta hasta que llegarán. Por ello, dejó que mis sentimientos vuelvan, porque ya no habrá barrera que reaccione contra ello. Ahora solo estoy yo.

Un yo pérdido.

Siendo mi único consuelo, el reto nuevo: la ignorancia de una vida sin antifaz.

Lo que no le dije.

Gracias Azier, quién vivía inseguro porque el pasado lo maltratase, quién dejó de llamarse imbécil y quién desde ahora nunca más vivirá con temor, sólo con enseñanzas, tropiezos, desaciertos, con él mismo aún siendo imperfecto.

Azier.

Carta a su pasado

Soy libre sin arrepentimientos ¿Eso está bien?

Ya no soy esclavo de mí mismo, y me retractó negando mi anterior pregunta, una que no necesita aprobación de nadie. Sólo de mí mismo.

Aunque quizá si tuviera un único pesar es no haberle dicho: "Te llamé exa, por el significado de persona exacta que no teme equivocarse, que con fiereza, desafía; que no teme por nadie, y por mucho tiempo tuvo miedo de sí misma, de no ser capaz de contenerse"

Nota.

Tenía que pasar así, justo de esa forma.

¿Qué opinan?

Consciencia X Impulso © [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora