CAPÍTULO 15

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Dayla

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Dayla

No escogí ser madre por elección, simplemente pasó; por lo mismo escogí que me llamaran madre- hermana. Necesito que tengan la confianza de un trato amical.

De por sí ya es un tanto raro decir madre cuando solo tengo 20 años y una tarjeta que obtuve por repito ese "malnacido" Lo llamaré así porque de solo recordar su existencia, me pongo mal, me duele la cabeza y tengo tantas ganas de vomitar.

El caso es que nunca estuvo en mis planes ser madre o dueña de casa, vaya que mis planes a futuro eran desligarme de Sebastián y llevarlo a juicio, sin embargo mírame dónde ando con un niño que casi llega a mi estatura.

Miento, le faltarán unos diez centímetros o menos, ya perdí la cuenta.

Creo que no nací para esto, pero las circunstancias se dieron así y ya entendí que nadie puede huir de esas. Son factores impuestos para que los saltes, hasta que se te cansan las piernas o te acoples, encontrando el lado positivo.

Para esto, solo tengo que volver a una Dayla del orfanato que tuvo como cuidado a cuatro niños de distintas edades, y me la pasé bien. Me sentí realizada cuando cuidaba de su bienestar, los acompañaba a jugar, los acostaba, cuando lloraban solo conmigo o me hacían berrinches. Su atención, su amor estaba recostado en mí. Yo... simplemente hice lo mismo, les di ese cariño que tanto necesitaban hasta que se me es complicado no ir por algún lado pensando en sus caritas de ángeles.

Respondí a esta interacción de mamá, porque ellos no la tenían ni yo tampoco sé cómo manejarla; mas aquí estoy acariciando el cabello de Mauricio mientras practica guitarra.

— La posición es perfecta entre tu rodilla y la forma en que curvas tu espalda es alucinante.

Azier da brinquitos alrededor de Mau, animandolo.

Por favor, contrátenlo para porrista porque te lanza unas palabras que embelesan.

La forma en que conecta un sustantivo con adjetivos que agregan el "muy". Él hace notar que tu elección de color o diseño es singular, aunque sea algo tan mínimo, sus palabras lo adornan.

Tiene talento...

—¿Por qué no practicas el Re agudo? Amo ese re en la guitarra, es un perfecto no con melancolía, que incluso desafinada resulta admisible— le habla mientras se arrodilla a su altura— Ok, exacto...

"Exacto" cada que el dedito del niño es presionado en una cuerda.

¡Por más alegoría a Azier!

— Basta— interrumpo su clase que ha tardado 2 horas— Azier, vete con tus trillizos favoritos.

De inmediato tres cabezas iguales se asoman por la entrada, urgentes de la presencia de Az. Por lo que veo, estos niños son sus compañeros de piso e indudables amigos de crímenes. No he podido convivir con ellos tanto, supongo que el destino servirá para aguantarlos

Consciencia X Impulso © [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora