Consciencia X Impulso © [Completa]

CAPÍTULO 16

Azier

— Mueve ese bote ¡muévelo!— gritan a Roel "el mediano" que no deja de hacer el ridículo.

Está trabajando como stripper en la mesa de al costado. Sus copias lo aplauden con copas encima que rebosan nuestro estado etílico.

Ya estamos un poco ebrios, y eso se nota cuando Thierry me da un beso en la cabeza como niño obediente y yo me apego a él porque juro que hace una mierda de frío.

— ¡Ey!

Gritamos una oleada de ¡Ey! cuando su trasero choca con la mesa. ¡Qué espectáculo! Aplaudo con ese show en vivo, que nos regala "el gracioso del grupo". Seguimos gritando hasta que les interrumpo.

— Viviremos con Day.... y ustedes se portarán bien. No la fastidien, está chiquita.

— Que ya pesado, lo estás repitió... en..do MUCHOOO

Hola a Joyce, palabras arrastradas y vocabulario nuevo en su borrachera. Para estos momentos, su mente trabaja en el cambio de palabras. Le dice menta a mentira o ciervo para cierto. Tiene una capacidad de relacionar cualquier cosa a lo que gusta expresar, pese a que otros creerían que su capacidad cognitiva es baja cuando ingieres alcohol.

— Una botella más.

— ¡Sí! Vamos concédenos ese dedo.

— ¿Ahora eso qué significa?

— Thierry no sabe razonar ¡Ah! Cabrón ya estamos en otro nivel.

Sus voces similares se confunden, ya no distingo cuál es cuál; por eso salgo de su espacio por el dolor de cátedra que me complementa.

— Callése— murmuró— Silencio señor.

Habló mientras no entiendo cómo llegamos a este nivel.

Por poco no me convenzo que esto se está convirtiendo en algo cotidiano. Quiero creer que no...

Tengo suficiente droga con la pastilla y en estas circunstancias mi vida se va entre mis manos cuando charlo, paso tiempo y hacemos retos.

— Sésamo, nunca más bebo licor.

Me apoyo en las paredes, intentando ver el anuncio del baño. Un hombre con pipi afuera sale. Joder, ta chiquita.

¡Ah! De está, no ta, maldito Azier.

— ¿Te ayudo?— cuestiona una chica cuando me tambaleo hacia ella.

— ¡Aj! Mi cabeza.

Percibo como me arrastran y entre que apago mis pensamientos porque todo se convierte en absoluta oscuridad. Espero no haber bebido más pero un colchón me persigue luego de horas de bailes, es así como me acurruco y sueño con cero problemas.

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— ¡Qué hijo de puta!— sisea cuando agua cae a mi rostro.