Capítulo 7

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Mi hermano me sostiene con firmeza para evitar que me caiga de cara contra el césped debido a mi poca experiencia, por no decir nula, con los tacos altos, y emprendemos camino hacia las mesas que se encuentran debajo de un toldo blanco repletas de comida y bebidas, sin duda, con nada de alcohol. Podemos ser mayores de edad, pero a las autoridades de la universidad les pareció poco profesional e irrespetuoso dar bebidas alcohólicas a los estudiantes, y lo veo lógico, aunque hay muchos a los que no les ha gustado esa manera de pensar, pero da igual.

Llegamos a la mesa y ya empiezo a comer algo que tiene salmón y queso crema, y no, no es sushi, ya que viene con una tostada debajo. Y está putamente buenísimo. Agarro un par más y me los meto en la boca mientras acepto una copa que parece estar llena de gaseosa por parte de June, quien me sonríe con ternura cuando engullo todo, y sí, hemos cenado, pero comer en las fiestas jamás está de más. Ella me imita y empieza a comer con ansias los bocaditos de salmón. Pone los ojos en blanco mientras se llena la boca y suelto una carcajada con pedazos de tostada volando de mi boca. Aparece West detrás de nosotras y, de un momento a otro, ya somos tres atragantados. Todo hasta que llegan River y Quinn, quienes nos miran con espanto, mientras que Bastian me toma una foto con la boca llena. Lo señalo con el dedo del medio y se ríe, guardando el celular. Me pasa una servilleta de papel y me limpio con ella.

- ¡Bloom! –grita West a mi lado y, cuando volteo, ahí vienen caminando Brisa y Archer. Ella con un vestido blanco que le queda hermoso, y él con un traje que consiste en un pantalón azul marino oscuro, la camisa negra, como su corbata, y una chaqueta del mismo color que su pantalón.

Se ve bien... Ambos se ven bien.

Archer mira a sus costados, y después, con una sonrisa, abre un poco el costado de su chaqueta y mete una mano, y cuando la saca, noto que está agarrando una botella de lo que parece vodka. Frunzo el ceño en su dirección y él me guiña un ojo. Brisa se separa de él mirándolo de malas maneras y los hombres se retiran mientras que nosotras cuatro nos quedamos de brazos cruzados y observándolos. No me molesta que Bastian tome, lo único que me preocupa es que lo haga de más...

- Disfrutando de la fiesta, ¿señoritas? –yo salto en el lugar y todas miramos hacia atrás, encontrándonos con el profesor Astor. Quinn y June se ahogan con sus gaseosas, Brisa bufa y yo solo me lo quedo viendo por unos segundos, y cuando quiero apartar los ojos, estos no me lo permiten. Maldita sea.

- Todo bien, Tay Tay. Ahora vete –su hermano se ríe y se acerca un poco más a nosotras –. ¿Qué haces?

- Lo siento, pero debo encargarme de las bebidas y de que ninguno tenga alcohol por ahí metido.

- Por mí no se preocupe, no bebo alcohol –contesto y sus ojos oscuros se encuentran conmigo. Una sonrisa torcida hace que su rostro luzca más joven de lo que ya es y hace que se me calienten las mejillas. Verdaderamente, está buenísimo.

En la mente de AlenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora