💌Capítulo 14💌

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Nos encontrábamos caminando en las calles oscuras; la única luz que nos acompañaba a nuestros alrededores era la de los focos y alguna luz tenue de los hogares de las personas que aún se encontraban despiertas

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Nos encontrábamos caminando en las calles oscuras; la única luz que nos acompañaba a nuestros alrededores era la de los focos y alguna luz tenue de los hogares de las personas que aún se encontraban despiertas. Se nos había hecho un poco tarde; tratar de crear una química inexistente entre nosotros, iba a ser imposible elaborarla en un solo día, además de que mis habilidades de actuación no son demasiado buenas.

—¿Te doy un consejo? —preguntó Greyann.

Lo miré en señal de que recibía mi atención.

—Escribe una carta para ti —sugirió.

—¿Qué?

—Sí, escribe lo que odias de ti, y cómo piensas mejorar, escribe una disculpa para ti, escribe todo lo que quieres desahogar, escribe lo que no puedes decir.

—¿Una carta? 

—Sí, puedes desahogar todo lo que te atormenta. Créeme, estar en calma contigo misma, es lo mejor que puedes hacer, así, nadie te podrá atormentar más.

—¿Cómo voy a estar en calma? Tengo una vida detestable —me quejé y no pude evitar colocar los ojos en blanco.

—Es por cosas del pasado, deberías dejar de pensar en ello, perdónate. Si piensas que la vida es calma, todo va a fluir, por lo contrario, cada paso que des, se convertirá una completa tortura —comentó mirándome fijamente, sin parpadear ni un segundo ¿Es posible que alguien tan solo con mirarte pueda saber todo lo que te pasa? Es algo imposible, pero Greyann me hace dudar que sea así.

No soy una persona que suele recibir consejos, pero si un imán para las críticas de mal gusto, esas de que ni te sirven para mejorar, solo me hundían más en el odio propio... Pero en mí, aun así, surgía cierta reparación, al saber de que él aparecerá cada vez que caiga, como lo estado haciendo últimamente, pero también el miedo de esperar siempre algo de él y no de mí...

—Emm... —No sabía qué decir porque nadie me había hecho reflexionar de esa manera. Fue como si me hubiera leído la mente y me haya dado la medicina que necesitaba y enserio lo necesitaba.

Él dio un suspiro.

—La próxima semana habrá ensayo de lunes a viernes a la misma hora, no lo olvides —me recordó y me dio una palmada delicada en la cabeza, luego tomó su camino hacia su hogar, yo de la misma manera, pero con una sensación extraña en el pecho.

—La próxima semana habrá ensayo de lunes a viernes a la misma hora, no lo olvides —me recordó y me dio una palmada delicada en la cabeza, luego tomó su camino hacia su hogar, yo de la misma manera, pero con una sensación extraña en el pecho

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P.D. Simplemente te amo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora