En esta ocasión se cumplen dos años desde que escribí mi primer relato. Para acelerar las cosas, me adelantaré en el tiempo un año y 3 meses, exactamente una semana antes de mi cumpleaños. Estaba en mi casa como siempre, pero en esta ocasión cuidaba de tiempo completo a mi hijo que después de mucho tiempo, decidí ponerle Luis porque ni loca le pondría el nombre del padre, pero yendo directamente al grano, Felipe llegó a la casa y como estaba en mi cuarto, me empezó a gritar para que lo atendiera y le sirviera de comer. Salí inmediatamente para que le bajara a su voz por que iba a despertar a Luis. A él no le agradó mucho que lo haya callado y en cuanto me dirigí hacia él, me soltó una cachetada y me advirtió que nunca lo volviera a callar. En esa época ya me empezaba hartar esa actitud tan violenta de su parte; así que le dije que le fuera bajando a su actitud o en cualquier momento lo iba a dejar y que si tanta hambre tenía, que se sirviera él solo. Yo tenía mucho que hacer antes de que despertara Luis. Obviamente volvió a reaccionar violento y aunque me alcanzó a dar otra cachetada, le detuve la que me quiso dar enseguida. Cuando vio eso, me empujó y fui a dar hasta la mesa, me levanté enseguida y me resguardé atrás de una silla. Él trató de agarrarme, pero intentaba escapar de él; sin embargo cuando quise encerrarme en mi cuarto, me agarró de mi camisa y en cuanto me jaló hacia él, me tomó del cabello y me metió al cuarto. Estando adentro, me siguió jalando del cabello y me volvió a empujar, pero en esta ocasión hacia la cama y cuando me levanté de nuevo, me soltó un golpe con el puño cerrado y eso ocasionó que mi labio se me reventara. En un segundo golpe, me rompió la nariz y cuando me la tocaba por el dolor, tomó una botella de sus perfumes vacíos y me la quebró en la cabeza. Eso provocó que me cayera casi inconsciente, pero eso poco le importó, ya que me seguía pegando con el puño cerrado y azotándome la cabeza contra el suelo. Cuando creí que había parado la golpiza, reaccioné poco a poco y me intenté levantar, pero para mí sorpresa, él aún seguía golpeándome, ya sea dándome patadas en mis costados o con el cinturón. Lógicamente mis gritos y los suyos hicieron que mi pequeño empezará a llorar, ya que su cuna estaba en esa misma habitación. Esto hizo que Felipe se desesperara por el enojo que aún tenía y me levantó enseguida del suelo donde estaba. Me seguía gritando para que lo callara, pero no le hice mucho caso porque aún estaba un poco noqueada por lo sucedido minutos atrás y esto ocasionó a su vez, que me empezará a romper la ropa que traía puesta en ese momento. Enseguida de quitarme casi todas las prendas, me empezó a tocar mis senos con mucha fuerza, también los besaba y los mordía. Sabía que esto iba a terminar mal; así que traté de implorarle que parara, pero no me hizo caso y continúo tocándome violentamente todo mi cuerpo hasta que con gran fuerza me aventó a la cama y sosteniéndome la manos, me abrió de piernas, me metió un calcetín a la boca para que no gritara y para finalizar, me penetró por la vagina. Mientras lo hacía, me seguía golpeando en la cara y para acabar con su atrocidad, con una pequeña navaja que tenía en su pantalón, me hizo un pequeño corte cerca de la vagina, que según él, servía para darme una lección y dejarme un recordatorio de que él mandaba en la casa. Luego de que se saliera de la habitación celebrando su triunfo de macho, empecé a llorar por todo lo que me seguía pasando, pero después de que me fui calmando, reflexioné y decidí dejar un precedente de toda esta historia y es así como comencé a escribir estos relatos una semana después de esa violación. Aunque hasta este momento de la historia todo parece negativo para mí, en el siguiente relato se darán cuenta que no, hasta la próxima.
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El monstruo del que me enamoré ©
General FictionMaría Tello ha sido asesinada. Investigando la escena del crimen, el policía Julio Sánchez encuentra varias hojas dónde María relata su vida después de conocer, al monstruo del que se enamoró. Obra protegida por derechos de autor. Se prohíbe la repr...