No sé como se considere esto, pero en estos relatos contaré mi vida después de conocer a Felipe, mi esposo. Si alguien más lee esto, quiere decir que estoy muerta o me pasó algo realmente grave, pero bueno, empezaré por presentarme. Mi nombre es María Tello Solís, soy de tonalidad morena clara, mi cabello es ondulado y de color castaño; hoy 10 de diciembre cumplo 27 años, vivo en la ciudad de Morelia y tengo un hijo llamado Luis. A Felipe lo conocí hace 4 años en una reunión de amigos; me parece que quien lo llevó fue mi amigo Raúl. De hecho él fue quien nos presentó. Me acuerdo bien que yo estaba sentada en una banca platicando con mi mejor amiga, cuando sentí que alguien tocó mi hombro. Obviamente voltee y vi que era Raúl; aunque realmente no me acuerdo muy bien todo lo que me dijo, pero lo único que recuerdo fue que me comentó que yo le había gustado a su amigo y me llevó con él. A mi parecer ese fue mi primer error, nunca me resistí cuando Raúl me llevó hacia él, ya que sinceramente en aquella época se me hizo atractivo, pero bueno, el hubiera no existe. Ahora que lo recuerdo, mi amiga no quería que fuera porque estábamos a punto de irnos a comprar algunas cosas para la casa, ya que compartíamos departamento. Cuando llegamos hasta donde estaba él, mi amigo Raúl solo nos presentó y se fue. Yo me quedé hablando con Felipe; sin embargo unos minutos después, mi amiga se acercó y me dijo que ya nos fuéramos, pero le respondí que no porque la verdad me estaba sintiendo muy a gusto con él. Mi amiga me dejó con él y ella se fue un poco molesta, pero no le tomé importancia. Felipe y yo seguimos platicando sobre nuestros gustos, el por qué estábamos en esa reunión. La plática continúo durante varias horas hasta llegar la noche. En este punto quiero remarcar mi segundo error, noté que tomaba mucho y a pesar de eso, no le tomé importancia en ese momento, pero bueno, la noche siguió hasta que se empezaron a ir todos, él se ofreció a llevarme hasta mi casa y como no tenía dinero, acepté ir con él. Durante el camino me platicó donde trabajaba, también me contó que hace dos años se había divorciado, pero como no le tenía tanta confianza, no quise ser chismosa; aunque el me platicó solito que la verdadera causa fue por las constantes peleas y yo supuse que esa causa era normal en un divorcio. Algunos minutos más tarde, llegamos a mi casa y antes de bajarme me pidió mi número. Yo se lo di sin problemas porque la verdad se me hizo muy simpático y atractivo. Él muy caballerosamente me abrió la puerta de su carro y yo con una sonrisa le agradecí ese gesto. Después nos despedimos de beso en el cachete como es normal con un conocido; sin embargo, antes de irme me pidió un abrazo y eso se me hizo muy extraño, pero para no verme mala onda o algo por el estilo, le acepté el abrazo; aunque me sentía incómoda todo el tiempo que duró el abrazo. Cuando dejó de abrazarme, solo me alejé y le hice una señal de despedida con la mano. Al llegar a mi casa, mi amiga estaba preparando la cena, pero antes de que yo dijera algo, ella me reclamó por haberla dejado irse sola. También me regañó por andar platicando con alguien 10 años mayor que yo. Traté de calmarla explicándole que no había nada de malo, que se me había hecho un hombre caballeroso, lindo y apuesto; sin embargo, mi amiga luego de esto solo me dijo que tuviera cuidado y que ya no la volviera a dejar sola. Enseguida me sirvió de cenar y cuando ya estaba en mi cuarto, específicamente en el baño que había adentro de él, recibí una notificación en el celular; así que terminé de lavarme los dientes y tomé mi celular para revisar que notificación me había llegado. Vi que era un mensaje de WhatsApp; así que me metí a la aplicación y noté que Felipe me había mandado un mensaje que decía "Hola chula", pero yo solo le respondí de manera normal. Segundos después, él me respondió que se la había pasado muy bien conmigo. Educadamente le respondí que de igual manera me la había pasado muy bien con él. Enseguida de este mensaje, dejé mi celular sobre el buró mientras me ponía mi ropa para dormir, pero mientras me ponía esa ropa, recibí varias notificaciones de WhatsApp. Cuando terminé de cambiarme, me acosté en mi cama y revisé los mensajes que me habían mandado. Al abrir la aplicación me sorprendió que tuviera bastantes mensajes a mi parecer, por parte de Felipe; así que los abrí sin problemas. En los mensajes me decía lo hermosa que era y que le gustaría verme de nuevo para platicar y conocernos mejor. En esta ocasión le negué la salida, ya que estaba muy ocupada con mi trabajo. Luego de eso, le dije que ya estaba por dormirme y a mi parecer, él aceptó sin problemas. En días posteriores, me siguió mandando mensajes y me seguía insistiendo sobre salir conmigo y así estuvo durante una semana entera hasta que le acepté una salida. En otra carta les contaré lo que sucedió en esa primera cita como amigos por que acaba de llegar y si no tengo la comida a tiempo, siempre pasa algo malo, adiós.
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El monstruo del que me enamoré ©
General FictionMaría Tello ha sido asesinada. Investigando la escena del crimen, el policía Julio Sánchez encuentra varias hojas dónde María relata su vida después de conocer, al monstruo del que se enamoró. Obra protegida por derechos de autor. Se prohíbe la repr...