Terminando de leer ese relato, los tres se quedaron con una sensación de indignación por todo lo contado en ese relato. Para despejar la mente, decidieron ir a tomar un café a la casa de Julio y ahí hablar de algunos temas que no tuvieran nada que ver con lo del caso de María. A la mañana siguiente, cuando estaba por llegar a su trabajo, se dio cuenta que afuera de la oficina de policías, había una huelga que la conformaban feministas de todas las edades. En esa huelga como era de esperarse, se exigía justicia para María de forma pacífica y en varias de las pancartas se veían frases como: "Felipe Gaona feminicida" y "El feminicida caerá". En otras pancartas se veían imágenes de otras víctimas de feminicidio. Incluso hubo una imagen que correspondía a una niña y en la cual decía que fue abusada y asesinada por su padre un par de años atrás. Julio pasó demasiado lento por ahí. Eso ocasionó que un grupo de feministas, rosearan pintura verde y morada en la patrulla de él. Para no meterse en problemas, solo las ignoró y siguió su camino hasta un lugar de estacionamiento. Cuando se dirigía con el cofre a su lugar de trabajo, se escuchó al grupo de feministas gritar:
-¡Justicia! ¡Justicia! ¡Justicia!
Julio aceleró el paso e ingresó a la oficina de policías sin hacer caso de los reporteros que aún seguían esperando alguna nueva noticia. Cuando llegó a su oficina, se dio cuenta que ya lo estaba esperando Melanie, la amiga de María.
-Buenos días Melanie, pensé que llegarías un poco más tarde, pero bueno -dijo Julio sentándose en su silla y encendiendo su computadora.
-Buen día, sé que me esperaba más tarde, pero tendré un día muy ocupado y preferí atender esto lo antes posible -contestó Melanie volteando a verlo.
-Pues que bueno, quiero que me ayude a identificar a esta persona que aparece en una grabación que logramos rescatar al momento del suceso -explicó buscando el vídeo para después reproducirlo.
Cuando lo encontró y lo empezó a reproducir, Julio señaló la parte del vídeo donde salía la persona misteriosa y preguntó:
-Mira, esta es la persona. ¿Quién es?
Melanie se acercó más a la pantalla de la computadora para observar mejor y enseguida reveló el nombre de esa persona muy decepcionada.
-La verdad nunca creí que Raúl estuviera involucrado.
-No sé si hayas leído los relatos, pero, ¿es el mismo amigo que presentó a Felipe y María? -preguntó mirándola fijamente.
-No he leído todos los relatos, pero si, es el mismo Raúl -aclaró las cosas mientras seguía observando el vídeo.
-¿Me podrías decir en donde lo puedo encontrar para hacerle unas cuantas preguntas? -preguntó tratando de avanzar más en su investigación.
-Si mal no recuerdo, vive en el centro de la ciudad, exactamente a dos cuadras detrás de la catedral; aunque si debo decir que Raúl tiene otra casa en los límites de la ciudad -reveló Melanie mientras recordaba.
-Pero esa otra casa, ¿en qué dirección se encuentra? -indagó Julio.
-Esta al sur de esta ciudad, en un fraccionamiento que se llama Villas de la loma. La dirección no me la sé, pero es un fraccionamiento pequeño y no creo que tarden mucho en averiguar -mencionó todos los detalles.
-De verdad te agradezco mucho por toda tu ayuda. Por ti hemos avanzado bastante en la investigación - expresó Julio con una sonrisa.
-No tiene que agradecer, todo lo hago por mi amiga -comentó con un suspiro.
-Igual yo Melanie, he estado leyendo los relatos y cada vez siento más indignación por todo lo que vivió - replicó Julio un poco triste.
-Entonces si tienes tiempo, nos puedes acompañar en el velorio de María -invitó formalmente a Julio.
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El monstruo del que me enamoré ©
Fiksi UmumMaría Tello ha sido asesinada. Investigando la escena del crimen, el policía Julio Sánchez encuentra varias hojas dónde María relata su vida después de conocer, al monstruo del que se enamoró. Obra protegida por derechos de autor. Se prohíbe la repr...