En la mañana siguiente, Julio se despertó sin muchas ganas de ir a trabajar, pero como estaba en una misión crucial, tuvo que sacrificar su comodidad. Se preparó para ir a trabajar y en el camino les mandó mensaje a sus dos amigos para que fueran a la televisora como lo habían platicado el día anterior. Ellos aceptaron y cada quien se dirigió hacia allá. Estando todos juntos, ingresaron a las instalaciones de la televisora e inmediatamente le pidieron indicaciones a la recepcionista.
-Buen día señorita, ¿me pudiera decir en donde encuentro al encargado del noticiero? -preguntó Julio amablemente.
-En estos momentos está en una reunión, pero pueden esperarlo en la cafetería y si quiere déjeme su número telefónico para que yo le avise cuando salga o pueden volver más tarde u otro día -explicó con una sonrisa.
-¿Cuánto crees que se tarde? -inquirió Julio buscando opciones.
-Pues como es fin de mes, deben de estar en una junta general y normalmente esas reuniones se tardan 2 o 3 horas e inclusive hasta 4 -contestó pensativa.
-Si es bastante tiempo; entonces lo mejor es que volvamos más tarde. Muchas gracias por tu atención - dijo con una sonrisa mientras se marchaba de ahí.
Sus amigos lo siguieron y en el estacionamiento platicaron durante algunos minutos.
-¿Cómo le hacemos? ¿Venimos otro día? - preguntó buscando la aprobación de sus amigos.
-Yo digo que vengamos cuando casi este anocheciendo, eso nos dará tiempo de que posiblemente lo transmita en el noticiero este mismo día -opinó Josué tapándose el sol con la mano.
-Si Julio, hagamos eso que dice Josué. No nos conviene que el caso de María se empiece a desvanecer -agregó acertadamente y también tapándose del sol con su gorra.
-Bueno, entonces nos vemos aquí a las 6 PM y tú Josué, nos avisas si ves algo raro en la estación de policías relacionado a todo esto -indicó dirigiéndose a su patrulla.
Luego de decir el plan, todos fueron a sus vehículos y se dirigieron a sus respectivos trabajos de ese día. Pasaron las horas y a falta de un par de minutos para la hora acordada, Jimena y Josué llegaron a las instalaciones de la televisora. Mientras tanto, Julio llegó un poco impuntual; ocasionando que sus amigos estuvieran molestos con él.
-Como buen mexicano, llegando después de la hora acordada. Si quieres abortamos la misión y cada quien conserva sus empleos -exclamó Jimena con sarcasmo.
-¿Qué pasó compadre? Nos hubiera avisado que venía tarde para no haberme salido tan sospechosamente de la oficina -reclamó cruzando los brazos.
-Ya tranquilos, ni que hubiera llegado tardísimo, solo me retrasé 15 minutos -evadió amigablemente.
Jimena volteó los ojos como signo de enfado y Josué solo negó con la cabeza mientras hacía una mueca de disgusto.
-Si van a estar así mejor me voy y les dejo esta misión solo a ustedes -dijo molesto por la actitud de sus amigos.
-No te quieras hacer la víctima con nosotros, porque todos estamos arriesgando mucho por esclarecer este caso -alegó un poco alterado.
Jimena al notar que los ánimos estaban tornándose muy intensos, mencionó para tratar de calmar a sus amigos.
-Les pido que paren esto de una vez por todas. Entiendo que están frustrados por todo esto, pero dejemos que el estrés se vaya para que a María le hagan justicia y no solo forme parte de una estadística escalofriante de feminicidios.
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El monstruo del que me enamoré ©
General FictionMaría Tello ha sido asesinada. Investigando la escena del crimen, el policía Julio Sánchez encuentra varias hojas dónde María relata su vida después de conocer, al monstruo del que se enamoró. Obra protegida por derechos de autor. Se prohíbe la repr...