Relato diez

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Han pasado 4 meses de mi último relato. En esta ocasión primero contaré lo que sucedió 4 meses después de que supe lo de mi embarazo. En todo ese tiempo aún no le daba la noticia a Felipe sobre mi embarazo, pero un día que lo vi de buenas le di esa noticia tan importante. Él se me quedó mirando muy extraño y como era de esperarse me empezó a reclamar sobre el por qué le había dicho hasta ahorita y después me empezó a decir tonterías de que ese niño no era de él y que yo solo andaba de puta. A lo que yo le contesté de manera desafiante "es tuyo y fue de la ocasión en la que me violaste, y aplastaste mi dignidad y mis sueños". Eso lo hizo enojar demasiado y me soltó una cachetada. Yo solo le respondí que era la única verdad y que si era tan hombre se tenía que hacer cargo de sus acciones por lo menos las paternas. No sé qué pensará el cada que le digo sus verdades, pero en esa ocasión, volvió a reaccionar de manera violenta, tanto que me dio una brutal golpiza y si no hubiera sido por los vecino que escucharon mis gritos, me hubiera matado con tal de no asumir sus responsabilidades. Enseguida de que mis vecinos intervinieron en la golpiza, llamaron a una ambulancia y está me trasladó al hospital más cercano. Ahí me hicieron un estudio a fondo por que se dieron cuenta de mi embarazo. Cuando reaccioné, una enfermera me informó sobre que mi embarazo se había puesto de alto riesgo y que estaba propensa abortar en cualquier momento. Esa noticia me dolió mucho, ya que el tener un hijo en mi vientre me daba mucha fuerza para no renunciar a mi vida. Por suerte no aborte ya que los golpes que me dio en el abdomen no fueron tan severos como pensaban los médicos. Una semana después de ese diagnóstico me dieron de alta y pude salir del hospital. En cuanto a Felipe, como siempre utilizó sus influencias para no ir a la cárcel y al cumplir los 9 meses de embarazo, por fin pude tener a mi hijo entre mis brazos y aunque para tenerlo tuve que sufrir un evento traumático como lo es una violación, le juré a mi hijo que lo protegería de todo y lo amaría incondicionalmente. En los primeros 3 meses, Felipe me dejó en paz, pero no porque se le hubiera ablandado el corazón, sino porque lo enviaban constantemente fuera de la ciudad y prácticamente no estaba en la casa la mayoría del tiempo. Cuando ya se podía quedar más tiempo en la casa, de nueva cuenta empezaron los problemas. En las noches no aguantaba el llanto de nuestro hijo. Se la pasaba gritándome para que fuera a callarlo, pero un día si le dije que si tanto le desesperaba el llanto de nuestro hijo, que me iría junto con él y ya jamás sabría de mí, al igual que ya no me importaba las consecuencias de lo que eso significaba, de todos modos lo único que me quedaba era mi hijo, ya que Felipe me había quitado todo, mis amistades, mi familia, mi dignidad. Él sabiendo todo eso fue hasta la cuna de mi bebe y lo tomó con mucha fuerza que provocó el llanto de mi bebé. Al ver esto, yo fui directamente hacia Felipe y traté de quitárselo, pero él seguía agitándolo y gritándole que se callara. Yo seguía forcejeando con él; sin embargo intentó ahorcarlo. Eso me dejó impactada y con mucha fuerza que saqué de algún lado, le quité a Luisito y le dije con firmeza, al igual que totalmente enfurecida: "en tu vida lo vuelvas a tocar maldito infeliz y si no te parece, te puedes ir a chingar a tu madre porque ya estoy harta de tus maltratos, imbécil". Antes de que me altere más, dejaré este relato aquí.

El monstruo del que me enamoré ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora