Relato dos

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Hola para quien este leyendo esto. Ya pasó algo de tiempo desde mi primer relato. Siendo específica pasó un mes y medio desde entonces. Me tardé todo este tiempo porque estuve muy ocupada con mi hijo y atender a Felipe, pero bueno, seguiré contando donde me quedé. Creo que fue en lo que sucedió en la primera cita. Llegó el día de la cita y él muy temprano me habló por teléfono para verificar la hora en la que nos veríamos. Hablamos por un rato y decidimos al final que nos veríamos a las 4 de la tarde y que él pasaría por mi. Después de la llamada, me puse hacer mis deberes, como hacer la comida y hacer el aseo de la casa, ya que mi amiga estaba fuera de la ciudad. Pasaron las horas y Felipe llegó por mí. Yo bajé y le avisé que aún no estaba arreglada por completo y en ese momento el aceptó sin problemas; así que yo me fui tranquila a seguirme peinando y ponerme labial, pero debo decir que yo casi no era de utilizar maquillaje. Cuando estaba por terminar de ponerme el labial, escuché un claxonazo, supuse en ese momento que era de él; así que me apuré y bajé para irme. Cuando entré al auto, me reclamó por tardarme tanto; aunque la verdad solo fueron 20 minutos. Noté que mientras seguía el reclamo, se estaba poniendo algo enojado; así qué solo le dije que se calmara, pero él seguía diciéndome que si no iba a ser puntual para que le hacía perder el tiempo y algunas cosas más que ya no me acuerdo. Cómo vi que ya estaba subiendo el tono de su voz, le dije que si seguía en ese plan me iba a bajar. Cuando le dije eso, se empezó a calmar y me ofreció disculpas. Yo sé las acepté y después de eso nos fuimos a un lugar donde venden café. Al llegar, noté que era un lugar elegante. Él fue muy caballeroso y me abrió la puerta de su auto. Los dos pasamos, pedimos una mesa y el joven de la entrada nos pasó enseguida a una que estaba cerca de unas escaleras. Estando sentados, él se sacó una cajita alargada y me la dio. Cuando la agarré y la abrí, vi que era un collar muy bonito, pero cuando le agradecí por el detalle, él me dijo que planeaba dármelo más adelante, pero quería compensar con eso la actitud que tuvo minutos antes en el auto. Después de eso, mandó llamar a un mesero para que nos trajera la carta y ver qué íbamos a ordenar. Cuando el mesero llegó, Felipe le ordenó una botella de vino y dos copas; una para mí y otra para él. El mesero anotó eso y se retiró de la mesa. Durante toda la noche me la pasé muy a gusto. La cena fue muy romántica y relajante. Él a cada rato trataba de hacerme reír. Cuando terminamos, pidió la cuenta y nos fuimos de ahí. Durante el camino, no paraba de agradecerme por esa gran noche y casi por llegar a mi casa, él tocó mi pierna. En ese momento supuse que era por querer llamar mi atención, pero como siempre, me equivoqué. Al llegar a mi casa, vi que también estaba llegando mi amiga en un taxi. Mientras yo me despedía de Felipe, ella buscaba las llaves para ingresar al edificio donde vivíamos. Cuando me despedí por completo de Felipe, fui con mi amiga y ella muy felizmente me abrazó porque ya teníamos varios días sin vernos. Ella impacientemente entró al edificio, yo voltee para mirar a Felipe y vi que él se puso serio al momento de irse, pero no le tomé importancia; así que también entré al edificio. Estando en la casa, mi amiga me preguntó sobre mi cita con Felipe y yo solo le dije que al principio él se había enojado por tardarme en bajar para irnos, pero ya después todo fue mejorando. Mi amiga solo me comentó que me cuidara porque esos enojos no son normales. La verdad me molesté un poco porque solo me dijo de lo malo y no me felicitó de lo demás. Ella se dio cuenta de eso y me dijo que ya me calmara, que mejor hiciéramos algo rico de cenar. En esta ocasión mi amiga Melanie preparó la cena y yo me fui calmando. Cuando estaba en mi cuarto, le envié un mensaje por WhatsApp a Felipe. En el mensaje le dije que me la había pasado excelente con él y cuando vio mi mensaje me volvió a recalcar que sentía mucho su arranque de irá de hace rato. Le dije que no se preocupara y que mejor planeáramos otra cita por que se me había hecho un hombre interesante y solo veía las cosas positivas de él. Seguimos platicando sobre eso y quedamos que nos veríamos dentro de un mes por que los dos estábamos ocupados en cuestiones de trabajo. Durante ese mes, estuvimos hablando y nos conocimos mucho más en ese tiempo; aunque debo decir que en ese mes siempre tuve la sensación que alguien me seguía y me observaba, pero yo creó que aquí dejaré este relato, espero pronto pueda hacer el tercero. Siempre y cuando no me pase nada malo antes. Sin más que agregar, me despido.

El monstruo del que me enamoré ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora