Relato tres

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Han pasado dos semanas desde que escribí mi segundo relato. En este relato contaré sobre la cita en la que nos hicimos novios. Esa cita paso 4 meses después de la primera que ya conté en el segundo relato. Solo contaré rápido que en esos 4 meses salimos varias veces y él me empezó a gustar demasiado, ya que era muy caballeroso, muy divertido y se me hacía guapo a pesar de que era 10 años mayor que yo, pero bueno ya contaré lo que sucedió en esa cita. Él fue a recogerme a mi departamento; así que salí puntual porque sabía como se ponía si me tardaba. Después fuimos al cine a ver una película de terror. Estando en el cine, él me compró todo lo que quise. Cuando se acabó la película, me llevó a un restaurant muy fino, donde de sorpresa me dio unas flores que nunca supe de donde las había sacado. Luego de dármelas, me pidió que fuera su novia. Yo sin pensarlo, acepté su propuesta y lo abracé con mucha alegría, al igual que también lo besé en los labios. La cena continuó de manera muy romántica y al terminar, él me llevó hasta mi departamento donde también estaba llegando mi amiga; así que me despedí de Felipe y me fui con mi amiga. Ella notó en seguida mi gran sonrisa y mientras subíamos el elevador, yo le conté que ya nos habíamos hecho novios. Mi amiga se puso feliz por mí por un momento, pero después me advirtió que él tenía fama de ser celoso y que me cuidara. Obviamente me moleste con mi amiga porque yo pensé en ese momento que me quería amargar el momento y la verdad que estúpida fui, ya que el primer problema de celos ocurrió exactamente un mes después cuando yo estaba hablando con un amigo del trabajo. Él llegó por mí al trabajo como lo hacía seguido, pero el al ver esto, puso una cara sería y cuando estábamos en su auto, me empezó a reclamar el por qué hablaba con ese tipo tan cariñosamente y para evitar un problema le intenté explicar que solo era un amigo y que no hablaba cariñosamente con él, pero no me creyó y me dijo que no se le hacía justo, que si iba a jugar con él, que ya mejor ahí la dejáramos; sin embargo en ese tiempo él me gustaba mucho y no quería perderlo, así que lo intenté tranquilizar tomándole la mano y dándole un beso en su mejilla. Luego el para tranquilizarse me puso una condición y a mi parecer este fue otro error mío, accedí a ya no hablar tanto con hombres, que solo hablaría con los que fueran realmente necesarios. A pesar de que accedí a todo eso, él seguía con su cara seria, pero ya no quise decirle nada para no provocar un problema más grande. Al llegar a mi departamento, me despedí de él con un beso y él ni siquiera me miró a los ojos. Mi amiga como siempre me preguntó sobre mi cita, pero yo no le comenté nada de lo ocurrido porque sabía que me iba a dar un sermón; así que mejor me fui a mi cuarto para descansar un poco. A las pocas horas, él me envió un mensaje donde me pedía perdón por haber sido celoso. Yo lo perdoné por que en aquel tiempo se me hizo algo normal, pero aunque lo perdoné, él me volvió a dejar claro que solo tenía que hablar con hombres si era muy necesario y para evitar problemas yo acepté y ese fue mi otro gran error, ya que desde ese entonces empezó a controlar mi vida. Creo que hasta aquí dejaré este relato, solo espero pueda escribir el cuarto.

El monstruo del que me enamoré ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora