Cuando estaban por leer el quinceavo relato, se dieron cuenta que ya estaban con el tiempo encima. Pidieron la cuenta y se dirigieron rápidamente a la sala de juicio. Estando ahí, vieron que ya estaba casi llena la sala y el abogado Alberto los volteó a ver con una sonrisa burlona mientras ellos estaban por llegar a su lugar. El señor Gilberto observó esto y lo hizo enojar, pero Fernando logró controlarlo. Algunos minutos más tarde, entró el juez junto al jurado y tanto la parte de la defensa y la acusatoria, se levantaron para esperar el veredicto final.
-Estando todo presentes, debo preguntar al jurado, ¿ya tienen su veredicto para los tres delitos del que se le acusa al señor Felipe Gaona García?
El presidente del jurado se levantó y le respondió de forma seria y clara.
-Si su señoría, llegamos a una decisión unánime de los tres delitos.
-De acuerdo, entonces los escuchamos -dijo señalando a toda la sala.
-Muy bien, el jurado declara al señor Felipe Gaona García, culpable por el delito de violencia física. Por el delito de abuso sexual, se le declara inocente, ya que no se encontró pruebas contundentes. En el caso del delito de feminicidio, se encontró al acusado... -exclamó poniendo mucha tensión a todos en la sala.
Fernando y Gilberto estaban demasiado ansiosos por saber el resultado; aunque de igual manera se sentían decepcionados por el anterior veredicto.
-Inocente; sin embargo el jurado considera al acusado, culpable de homicidio involuntario -terminó de decir su veredicto, ocasionado muchos alegatos en la sala.
Gilberto inmediatamente se sentó, ya que se empezó a sentir mal por lo que acababa de presenciar. Mientras que Fernando se quedó atónito por lo sucedido.
-Conociendo el veredicto del jurado, solo me queda decir que el acusado tendrá que cumplir una sentencia de 2 años en prisión por el delito de homicidio involuntario y 1 año por el delito de violencia física; sin embargo podrá saldar esta deuda con la justicia, pagando una fianza de trescientos mil pesos mexicanos, pero no podrá salir de la ciudad en esos 3 años. También se le recuerda que se le tendrá que pagar un pensión hasta terminar sus estudios universitarios al niño Luis Gaona Tello, ya que se le quitará la patria protestad del niño al señor Felipe Gaona García y se le dará ese beneficio al señor Gilberto Tello -determinó dando un par de golpes con su mazo.
Gilberto de la impotencia estaba un poco tembloroso y tapándose la cara para tratar de controlarse. Fernando con una risa de incredulidad y moviendo la cabeza negando las cosas, se dijo en voz baja.
-Esto es increíble, no puedo creer tanta corrupción.
Mientras tanto, Julio de forma valiente, empezó a gritar:
-¡Corruptos! ¡Corruptos!
Jimena le hizo segunda a su amigo y empezó a gritar cosas para que los reporteros grabaran y hubiera un precedente de lo sucedido en esa sala.
-¡Son unos corruptos asesinos! ¡Justicia para María!
El juez golpeando con su mazo, los trató de calmar, pero en lugar de eso, más personas del público se unieron a los gritos de protesta y la única solución que encontró el juez, fue retirar a Felipe de la sala.
-Oficial Josué, lleve al señor Gaona a la prisión preventiva por favor -ordenó un poco alterado y tratando de mantener el orden en la sala.
Enseguida de eso, Josué se lo llevó como se lo habían indicado y el juez amenazó con firmeza a los dos policías que si no controlaban sus protestas, los iba a condenar por desacato. Esto a Julio no le importó y encendió más los ánimos en aquella sala de juicios. El juez al no tener oficiales que detuvieran tanto a Jimena como a Julio, prefirió retirarse de la sala y dar por concluido el juicio. Mientras tanto, Gilberto seguía con mucha impotencia por lo que había pasado, Fernando lo trató de consolar, pero este solo miraba a la nada sin hacer caso de nadie. Pasaron varios minutos hasta que reaccionó y de manera muy seria, se levantó y les indicó a los demás que ya quería irse a su casa. En el camino de regreso, todos iban escuchando por la radio las noticias sobre el juicio.
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El monstruo del que me enamoré ©
General FictionMaría Tello ha sido asesinada. Investigando la escena del crimen, el policía Julio Sánchez encuentra varias hojas dónde María relata su vida después de conocer, al monstruo del que se enamoró. Obra protegida por derechos de autor. Se prohíbe la repr...