Capitulo 2

46 5 5
                                    

Cuando terminó de leer la primera carta, la dejó encima de su escritorio y llamó a los forenses para ver cómo iban con la autopsia, pero no le contestaron; así que Julio llamó un par de veces más, pero no respondieron y él supuso que estaban muy ocupados. Después hizo una llamada a unos compañeros para que fueran a la casa de María a vigilar y mantener intacta la escena del crimen. Julio sin más que hacer, se fue a su casa junto con el cofre de las cartas. En la mañana cuando bajó a desayunar, se puso a ver la televisión y vio que en el noticiero matutino estaban hablando del caso. Julio le subió el volumen a su televisión y puso atención a lo que decían.


Noticiero: En la madrugada del día de hoy, una mujer de nombre María Tello, fue presuntamente asesinada por su pareja 10 años mayor que ella. Los primeros informes de la autopsia arrojaron que María recibió 9 puñaladas en el cuerpo, 5 de las puñaladas las recibió en el abdomen, dos en la parte de las costillas, cerca del corazón, una más en el hombro izquierdo y la última en el muslo de la pierna izquierda, cerca de sus áreas privadas. Aún no se sabe el motivo de tal acto.


El presentador de las noticias interrumpió al reportero para preguntarle las bases de la información dada.


Noticia: Como lo habrás notado Javier, me encuentro a fuera de la oficina de policía, donde uno de los policías que están investigando el caso, nos dio estos primeros detalles.


El presentador volvió a tomar la palabra para cortar la conexión e irse con otro reportero ubicado en la casa de María. Cuando se enlazó con ese reportero, el presentador le preguntó si sabía alguna novedad estando en la casa de María.


Noticia: Aún no se sabe nada, nosotros al llegar a este lugar solo estaba una patrulla cuidando de que nadie pasara a la escena del crimen, pero según uno de los policías me comentó que tal vez en las próximas horas vengan a seguir investigando y recabar evidencia.


Después de escuchar esto, Julio agarró rápido sus cosas y fue a su trabajo. Al llegar, fue directamente con sus compañeros para que lo pusieran al tanto de la autopsia de María.


-Aún falta por ver varias cosas en la autopsia, pero los forenses nos informaron que al parecer el cuerpo de María tenía hematomas en diferentes partes del cuerpo, incluido en su rostro. Algunos hematomas eran más antiguos, pero había más recientes. También tenía una pequeña abolladura en la parte trasera de su cráneo y por último encontramos varios orificios que creemos son puñaladas y coinciden con lo que nos contó el niño - explicó los detalles de los resultados obtenidos.


-¿Qué les falta por hacer en la autopsia? - preguntó intrigado.


-Solo verificar los órganos para ver si no consumía alguna sustancia que haya sido la causante de su muerte -contestó tranquilo.


-Espero eso esté listo para hoy, por que analizando lo que me dijiste, esto se trata de un caso de feminicidio -advirtió muy serio.


-Entonces deja ir a la morgue para tener los resultados al 100 % -avisó mientras se dirigía ahí.


El amigo de Julio luego de decir esto, solo se despidió con un apretón de manos. Julio entró a su oficina y dejó sus cosas, pero cuando se estaba por sentar en su silla, se acordó que se le habían olvidado las cartas en su carro; así que salió por ellas, pero en la entrada de la oficina de policías, estaban algunos reporteros que le preguntaron a Julio sobre alguna novedad de este caso; aunque el solo les respondió con firmeza:


-Aún no tenemos toda la información de lo ocurrido, pero por lo que arrojaron los informes de la autopsia, solo les diré que estamos ante un caso de feminicidio y les aseguro que encontraremos al culpable.


Algunos reporteros seguían preguntando cosas sobre el hijo de María y sobre su pareja.


-Oficial, ¿qué pasará con el hijo de la señora María? -preguntó una reportera poniéndole el micrófono muy cerca.


-De eso no les puedo dar detalles, pero él ya está bajo cuidado por alguien de confianza -respondió tratando de pasar.


-¿Ese alguien de confianza pertenece a alguna institución? -siguió preguntando la misma reportera.


-Por seguridad de esa persona no puedo dar más detalles. Si me permiten tengo que ir por algo a mi auto.


Julio siguió caminando rumbo a su auto. Los reporteros no paraban de seguirlo, pero algunos de sus compañeros los contuvieron. Al llegar a su auto, solo abrió la cajuela y sacó el cofre. Mientras caminaba de regreso, los reporteros le preguntaban insistentemente:


-¿Ese cofre está relacionado con María?


-¿Qué contiene ese cofre?.


Julio de manera respetuosa solo dijo:


-No puedo dar detalles aún sobre su contenido hasta no analizarlo a profundidad.


El siguió caminando y al llegar a la entrada, los reporteros ya no pudieron pasar. Julio se dirigió a su oficina, pero en el camino se encontró con sus compañeros que estuvieron con él en la escena del crimen.


-¿Y ese cofre que Julio? -preguntó uno de ellos con intriga.


-Debo de analizar su contenido a profundidad - contestó mostrándolo un poco más.


-¿Es sobre el caso María? -cuestionó otro de sus compañeros.


-Así es, me lo encontré ayer mientras investigaba -afirmó Julio muy serio.


-¿Y que contiene? -volvió a preguntar el mismo compañero.


-Son relatos de María después de conocer a quien era su esposo -aclaró Julio un poco impaciente.


-¿Has leído alguno? -seguían interrogándolo.


-Solo el primero y está muy interesante todo lo que cuenta -respondió igual de impaciente.


-Una última pregunta, ¿por qué no le diste ese cofre a los forenses cuando estaban investigando y recabando evidencia? -cuestionó uno de sus compañeros mirándolo seriamente.


-Quiero analizar cada una de estas hojas para así tener una mejor idea de por donde podemos investigar para dar con el culpable -explicó sus motivos tranquilizándose un poco.


-Te entiendo, aunque después de que ese cofre salió a la luz, el jefe te obligará hacer público su contenido lo más rápido posible -le advirtió mirándolo y arqueando la ceja.


-Es cierto, por eso no debo perder más el tiempo y comenzar a leer el segundo relato -dijo apurado.


-Ok te dejamos en paz en tu oficina. Cualquier información importante me avisas -mencionó uno de sus compañeros al ver la impaciencia de Julio.


-Claro, luego nos vemos -indicó dirigiéndose rápido a su oficina.


Julio se despidió con un abrazo de sus compañeros y siguió caminando hacia su oficina. Estando ahí, Julio puso el cofre en su escritorio y de igual manera se colocó los guantes y sacó la segunda hoja que estaba un poco arrugada, pero aún con letra legible.

El monstruo del que me enamoré ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora