Julio al terminar de leer el relato número 3, lo puso en el cofre y mejor de nuevo leyó el informe de la autopsia para ver si encontraba algo más, pero en lugar de eso, Julio se volvió a indignar y mejor se fue a hacer otras cosas. Al día siguiente, él se levantó y se alistó para irse al trabajo. Cuando se dirigía hacia allá, a medio camino se acordó del cofre con los relatos; así que se tuvo que regresar rápido para no llegar tarde a su trabajo. Cuando regresó a su casa, agarró rápido el cofre y se dirigió lo más rápido posible a la oficina de policías. Al llegar ahí, se metió velozmente a la oficina, ya que estaban varios reporteros esperando alguna respuesta sobre el caso María, pero después de evitar a esos reporteros, vio que su jefe ya lo estaba esperando algo molesto.
-Oficial Sánchez, venga a mi oficina inmediatamente -indicó su jefe mientras ingresaba a su oficina.
Julio solo caminó sosteniendo algunas carpetas y el cofre de María. Llegando a la oficina de su jefe, Julio tocó la puerta y enseguida pasó.
-Siéntese, oficial Sánchez -indicó señalando una silla.
Julio obedeció y su jefe empezó hablar con seriedad.
-Para no perder el tiempo, seré directo con usted Sánchez. Supe que la noche que fue a la casa de María, se encontró un cofre, me imagino que es ese, ¿verdad?
-Así es comisario Loera. Me encontré este cofre al investigar mientras llegaban los de criminalística -respondió mostrando de mejor manera el cofre.
-¿Ya sabe el contenido de ese cofre? -preguntó calmadamente.
-Sí, son hojas con relatos escritos por María - respondió abriendo el cofre y sacando algunas de las hojas.
-Pues antes de que se contamine todo eso con huellas externas, le exijo que entregué esa evidencia para agilizar la investigación -ordenó con firmeza.
-Perdón que lo contradiga, pero para agilizar más las cosas le pido que me deje investigar este caso a mí. Estos relatos son indispensables para la investigación - mencionó suplicando.
-¿A qué se refiere con eso de que son indispensables? -lo cuestionó con duda.
-Estuve leyendo algunos de estos relatos y en ellos, María cuenta todo lo que vivió con el que era su esposo. Estoy seguro que estos relatos nos ayudarán a localizar más rápido al culpable -reveló Julio esperando que su jefe accediera a su petición.
-Mmm está bien, le daré el caso a usted, pero le pediré que se dé prisa con todo esto, no quiero que esto se salga de control -accedió pensándolo mucho.
-De acuerdo comisario, haré mi mejor esfuerzo - dijo Julio.
-Le doy máximo 3 semanas para que lo resuelva. Este caso está dando mucho de qué hablar en las redes sociales y lo que menos quiero es tener a los reporteros todo el día ahí afuera o que las manifestaciones feministas destruyan esta oficina o en el peor de los casos que haya vandalismo en la ciudad, porque ahí si perdería el puesto -ordenó el comisario Loera de manera enérgica, aunque también un poco pensativo.
-Lo entiendo perfectamente, pero le aviso que le tendré que decir a dos de mis amigos para que me ayuden y así agilizar todo -mencionó Julio mientras se levantaba de su asiento.
-Está bien, pero si no tiene el caso resuelto en el tiempo que le dije, también le costará su puesto por andar de ofrecido -advirtió seriamente.
Enseguida de eso, Julio solo se despidió de su jefe con un apretón de manos y salió de esa oficina para dirigirse a la suya. Estando ahí, dejó el cofre sobre su escritorio y después le llamó por teléfono a uno de sus amigos.
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El monstruo del que me enamoré ©
General FictionMaría Tello ha sido asesinada. Investigando la escena del crimen, el policía Julio Sánchez encuentra varias hojas dónde María relata su vida después de conocer, al monstruo del que se enamoró. Obra protegida por derechos de autor. Se prohíbe la repr...