𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒋𝒆𝒇𝒂 𝒈𝒓𝒖ñ𝒐𝒏𝒂 ( 𝑪𝒂𝒄𝒉é )

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 5. 𝓔𝓻𝓻𝓸𝓻.

Después de pasar el shock sufrido por las palabras de mi jefa volví a enderezárme en mi sitio y un silencio casi incómodo nos envolvió a ambas cosa que yo decidí romper.

- Bueno, como en la mañana ella me dijo que lo era, pensé que era cierto - dije como si nada.

- Pues no lo es, Matu es solo una amiga lo quiera ella o no; no es mi problema - contestó.

- Okey - digo como si no me importara cuando la realidad es que saltaría en un pie ahorita mismo.

El silencio se volvió a a meter entres ambas por unos cuantos minutos mientras estaba cada una en sus pensamientos pero fue María José la que decidió romperlo está vez.

- Calle.... - me llama.

- Dígame.

- Samuel no es una buena persona - dice penetrándome con esos ojos hermosos que tiene.

- Pues conmigo si lo es, me trata muy bien y eso me gusta - digo mientras disfruto de lo mucho que me gusta su cara de enojo por qué aunque muchos no lo vean, se ve adorable.

- ¡Samuel es un maldito imbécil y tú no lo quieres ver! ¿Acaso no escuchaste todo lo que te conté de el? - preguntó molesta y casi emberrinchada con la idea.

Y claro que yo había tomado detalle y cuenta de cada una de sus palabras por lo que empezaría a cuidarme de Samuel, pero eso ella no lo tiene que saber ¿Cierto? Además... Quien quita y me pueda divertir un rato mientras intento sacarla de quicio.

- No, no lo veo. Lo que veo es un hombre amable, cariñoso y sobre todo respetuoso, no como usted que lo único que sabe hacer es peliar - digo sorprendida por lo que acabo de decir y escuchó un gruñido a mi lado.

- Cierto. Muy cierto que solo se pelear, soy una Ogra como todos me dicen. ¿Tu crees que no se todo lo que ellos hablan de mi? ¿Tu crees que me importa? - termina por decir y se acerca lentamente a mi acorralandome en una de las esquinas del ascensor sintiéndome mareada por su cercanía - pero sabes una cosa - niego con la cabeza y ella me mira fijamente a los ojos - a veces no soy tan Ogra y suelo ser muy cariñosa - desvía su mirada a mis labios - y en este momento quiero serlo - dice y se acerca aún más casi al punto de que nuestras respiraciones se mezclaran mientras ambas nos perdíamos en el contorno de los labios de la otra.

Y sucedió, no se cómo ya que ni cuenta me dí. Ella pego sus labios a los mío, dándome un beso despacio y sin ninguna prisa como si quisiera grabar cada segundo en su memoria. Empezó con un leve movimiento haciendo que disfrutáramos el momento mientras trazaba con su lengua mis labios pidiendo permiso para entrar y yo sé lo accedí gustosa, haciendo que nuestras leguas se entralazaran mientras yo perdía la estabilidad en mis piernas haciendo que ella me rodeara con uno de sus brazos por alrededor de mi cintura mientras que con el otro acariciaba suavemente mi pierna descubierta ya que llevaba falda puesta.

Este sin duda era el mejor beso que me habían dado en mi vida.

De pronto el ascensor comenzó a funcionar haciendo que toda la magia que por un momento nos había envolvído desapareciera y ella terminará el beso con una mordida que me dejó con ganas de más. Nos separamos con nuestras frentes pegadas y nuestras respiraciones mezclandose entre si; me obligué a abrir los ojos y me encontré con esos ojos tan hermosos que podían convertirse en mi perdición mirándome fijamente y con algo en ellos que no supe decifrar que era, pero era un brillo que me cautibaba haciendo que me gustará aún más cada parte de ella.

Pero la realidad me pegó de golpe al sentir sus caricias en mi mejilla. Ella es mi jefa y yo solo su simple secretaria; este beso nunca debió pasar ya que yo nunca seré alguien para ella.

Y con ese pensamiento la aleje de mi mientras yo me iba a pasos rápidos dejándola sola escuchando como gritaba mi nombre a todo pulmón.

Esto fue un error que no debió suceder...

(...)

•• P'ov Poché ••

- Ahhh.... S-si.... Mierda Poché más rápido - gemía Matu mientras yo la embestía cada vez más fuerte con mis dedos.

- Mmm si... S-si ¡Ahhh! - da una último grito indicándome que ya había llegado a su orgasmo.

Saque mis dedos de ella y me eche aún lado mientras limpiaba mi mano con la sábana que había mientras miraba el techo de la habítacion bastante cansada.

- Te dije que volverías - dice mientras se acomoda en mi pecho.

- Esto no significa que hemos vuelto, es solo sexo Matu - digo mientras la miro a los ojos.

- Lo se - dice tranquila y con una mueca - la verdad no me importa que Vegas a mi solo por sexo, mientras sea conmigo me conformo con eso mi amor - dice para después dar un beso en mis labios y yo soltar un suspiro cansado.

- Me tengo que ir - la apartó y me levanto de la cama comenzando a ponerme mi ropa.

- ¿Tan rápido?

- Si, tengo unos pendientes que hacer - miento.

- ¿A esta hora? Pero son las cuatro de la mañana Poché - dice como si fuera lo más obvio y yo solo giro los ojos.

- Si, a esta hora. Además, tengo que ir temprano por la mañana a trabajar - digo y me vuelvo a sentar en la cama para colocarme mis zapatos.

- Está bien - dice y se sienta a horcajadas sobre mi mientras me rodea el cuello con sus brazos - te dejare ir - beso - pero me tienes que prometer una cosa.

- ¿Que? - pregunto impaciente con su respiración en mi oreja.

- Que esto se volverá a repetir - susurra en mi oído - por qué te juro que nadie me lo ha echo como tu.

- Está bien - digo para después darle un beso y quitarla de arriba de mi para terminar se colocarme mis zapatos - pero ya me tengo que ir.

- Adiós amor.

- Adiós - digo y salgo de su departamento.

Ya estando adentro de mi auto me pongo a pensar en todo lo que ha pasado está noche. Desde ese increíble beso que le robe a Calle, de como se fue huyendo dejándome sola, confundida y enojada; enojada por qué se fue sin ni siquiera darme la oportunidad de decirle que era el mejor beso que me habían dado en la vida. Que era el único beso que ha mandado tantas descarga por mi cuerpo solo con el simple roce. Y no echar de menos que me dejó súper caliente y con ganas de más, cosa que mezclado con el enojo me impulso a irme a costar con Matu.

Aunque no puedo simplemente negar que mientras tenía sexo con ella en mi mente imaginaba que era Calle la que recibía mis caricias, aunque estoy 100% segura y no se por que, de que si hubiera Sido con ella lo hubiese disfrutado mucho más.

¡Maldita sea Daniela Calle! ¿Que estas haciendo conmigo?

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¡¡Buenos días!! Aquí le dejo este capítulo que espero que les guste.