𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒋𝒆𝒇𝒂 𝒈𝒓𝒖ñ𝒐𝒏𝒂 ( 𝑪𝒂𝒄𝒉é )

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 9. ¡𝓣𝓮 𝓰𝓾𝓼𝓽𝓪 𝓵𝓪 𝓳𝓮𝓯𝓪!

— C-calle debo mucho dinero...

Al escuchar a mi madre decir eso no pude evitar llenarme de rabia y de coraje, además de que sentía una inmensa preocupación instalarse en mi pecho. Mi madre me había prometido que no volvería hacer eso; que no volvería a pedir prestado. Que enfrentaríamos los problemas juntas después de aquel incidente en el que casi pierdo la vida cuando un hombre me acorraló con un cuchillo en el cuello mientras amenazaba a mi madre con matarme si no le pagaba su maldito dinero cuanto antes.

— Hija, ¿No me dirás nada? — pregunta mientras me sacaba de mis pensamientos.

— Me prometiste no volver a pedir dinero prestado mamá — le recuerdo mientras la miro fijamente a los ojos.

— Lo se hija, lo siento — dice mientras agacha la cabeza.

— Si lo sabes, ¿Por qué lo hiciste mamá?

— Yo no quiero perder nuestra casa Calle, tu papá lucho mucho para formar nuestro hogar y es lo único que tenemos de tu padre amor, Sabes que tengo que pagar la hipoteca, se lo debo a tu padre hija.

— Tenemos que pagar mamá — la corrijo — ambas se lo debemos a mi padre. Yo solo quiero que entiendas que no estás sola mamá, que me tienes a mi — me acerco a ella y la tomo de las mano — Yo estoy trabajando y de alguna forma eso nos servirá de mucho — digo y le regaló una sonrisa.

— Gracias pequeña.

— Ahora mamá, ¿Quien te hizo esto? — digo señalando todos sus moretones pero ella se queda en silencio — mamá dime por favor que no le pediste dinero a ese hombre.

— No tenía otra opción hija — me mira apenada.

— ¡Por Dios mamá! ¡Ese hombre estuvo apunto de matarme! ¿No te acordaste que es un hombre demaciado peligroso? — digo enojada, ¿Por qué no otra persona?

— Si hija, pero necesitaba el dinero y el era el único que poda dármelo de inmediato. Está semana recibí una llamada del banco y me dijeron que nos queda una semana para pagar la hipoteca. Po esa razón no me quedo de otra que ir hasta donde ese hombre para que me prestará el dinero que debemos; me dió tres días para pagarle pero no pude conseguir el dinero y por eso me golpeó — explica.

— Denunciarlo no sería buena idea, y menos cuando las que perdemos somos nosotras ¡Mierda! — digo pasandome las manos por el pelo en señal de frustración.

— Me dió cuatro días para pagarle, y si no lo hago lo que me pasó no sería nada con lo que me hará después — dice y me mira a los ojos — va a matarme — me dice asustada.

— Nadie va a matarte mamá — digo y me acerco a ella para abrazarla — nosotras vamos a resolver esto juntas, de alguna manera le pagaremos a ese hombre así que estate tranquila por favor — digo para calmarla.

— Gracias mi niña.

— No hay nada que agradecer mamá, soy tu hija y es mi deber velar por ti como lo hicieron tu y mi padre cuando yo era niña — dije dándole un beso en la cabeza — así que no te preocupes, yo ya veré como hago con la deuda. Por ahora solo concéntrate en mejórate.

— Te quiero.

— Yo también te quiero mamá.

La verdad no tenía ni la menor idea de cómo iba hacer para conseguir ese dinero, no tenía ni la mina idea de lo que haré. Pero algo se me tendrá que ocurrir ya que no permitiré que le pase nada malo a mi madre.

— ¿Mamá?

— Si cariño.

— ¿Tienes hambre?