𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒋𝒆𝒇𝒂 𝒈𝒓𝒖ñ𝒐𝒏𝒂 ( 𝑪𝒂𝒄𝒉é )

???????? 2. ¿??? ?? ?????

•• P'ov Poché ••

Maldito Samuel, ¿Quien se cree que es para no cumplir con las órdenes que le doy? Ojalá me traiga ese Maldito contrato hoy mismo por qué si no, no dudaré en mandarlo a la mierda.

Toc, Toc, Toc...

Escucho tres golpes en la puerta los cuales me hacen salir de mis pensamientos — ¡Entre! — digo con voz fuerte y veo pasar a Calle, mi nueva secretaria la cual se ve muy nerviosa y lleva sus mejillas toda rojas cosa que me párese adorable.

Pero ¿Que cosas digo?

— Veo que aprendiste — le digo mientras me pierdo en ese avellana intenso, Dios que lindos ojos tiene esta chica.

Mierda, ¿Por qué pienso en esas cosas? Ya me estoy volviendo loca ya.

— Si señora — dijo y sonreí disimuladamente.

— Me parece bien — suspiro — ¿Que se te ofrece? — preguntó el verdadero motivo por el que esté en mi oficina.

— Solo vine a preguntarle si no se le ofrece algo más antes de irme a almorzar — dice y yo pienso unos segundos asta que me viene el imbécil de Samuel a la cabeza.

— Solo necesito que me avises cuando llegue el señor Samuel Ruiz.

— Está bien señora, yo le aviso — dice y se queda observándome  fijamente debatiéndose en si decirme algo o no.

— ¿Que? — pregunto un poco impaciente.

— Señora.... — me dice nerviosa — ¿Usted quiere que le pida algo para almorzar? — pregunta y yo me quedo sin palabras ya que es la primera de mis secretarias que se preocupa por eso, interesante.

— No Calle, está bien así. Puede ir almorzar usted si quiere — digo y ella asiente un poco aliviada, a lo mejor creyó que le gritaría, cosa que no es rara de mi.

— Bueno pues nos vemos más tarde, adiós.

Se gira para irse y yo no puedo evitar mirar su trasero, ¡Dios está chica tiene un cuerpo de infarto!

¿Que me pasa? ¿Por qué está chica me pone a pensar ridiculeces? Dios mío.

(...)

•• P'ov Calle ••

Llegué a la cafetería de la empresa con una sensación extraña en mi cuerpo, ¿Por qué le pregunté eso a la jefa? ¿Que me importa a mí sí come o no? Bueno, tampoco lo ví tan mal, solo lo hice por amabilidad. Si eso es.

— Calle, por aqui — escucho y observó a Mila y a Kim en una de las mesas de la amplia cafetería que pertenece al edificio.

— Hola chicas — digo mientras tomo haciendo junto a ellas.

— ¿Que tal con la Ogra? — pregunta Mila con ganas de saber.

— Mila no seas curiosa — la regaña Kim dándole un codazo en el brazo.

— Ay, solo quiero saber Kim — dice mientras se soba el brazo — ¿Cómo te fue con la Ogra? — está vez Kim solo gira los ojos ante la curiosidad de la otra.