𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒋𝒆𝒇𝒂 𝒈𝒓𝒖ñ𝒐𝒏𝒂 ( 𝑪𝒂𝒄𝒉é )

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 36. 𝓝𝓾𝓮𝓿𝓪 𝓮𝓽𝓪𝓹𝓪.

•• P'ov Calle ••

Poché caminaba de un lado a otro en aquella sala de espera mientras a cada segundo veía la hora en su reloj de mano. Sabía que estaba nerviosa por la espera, pero también sabía que si no hacía algo para calmarla lograría abrirle un agujero al suelo. Suspiré y me levanté poniéndome frente a ella quien de inmediato me miró directo a los ojos; juro a ver visto en un sus ojos una mezcla de todo, había desesperación, tristeza, alegría, nervios, miedo, y un sin fin de cosas más que ni siquiera me atreví a decifrar o terminaría igual o peor que ella y eso no era lo que necesitábamos en este momento.

Con cuidado tomé sus manos entre las mías y viéndola aún directo a los ojos le sonreí. Le di una sonrisa que le transmitirá que estaba con ella, que las cosas iban a salir bien, que confiara un poco.... Y estoy segura que ella logró captarlo por qué de inmediato me rodeó con sus brazos y me abrazó escondiendo su rostro en el hueco de mi cuello.

—Tienes que calmarte un poco cielo — susurré en su oído mientras le regresaba el abrazo.

—Lo se amor, P-pero es difícil sabiendo que dentro de una de esas salas deciden el destino de una niña que no tiene la culpa de los complejos de su estúpido padre. Ella debería de estar conmigo Calle, si yo no hubiera Sido tan cobarde años atrás nunca hubiese permitido que ella pasará por aquel lugar — dijo con la voz un poco entrecortada y yo sentí que se me partía el alma al escucharla hablar así, ¿Dónde está la mujer fuerte, sin miedo, y tan segura de si misma que conocí? Está Poché estaba tan llena de miedos que mi necesidad de estar siempre para ella y protegerla de cualquier cosa crecía con el paso de los segundos.

—Escúchame cielo, escúchame — dije y tomé su rostro con ambas manos para que me viera directo a los ojos — tú no tuviste la culpa que eso sucediera, tu también era una niña Poché, no puedes culparte por las decisiones de tu padre — dije intentado que ella entrara en razón.

—Claro que es mi culpa Calle — negué con la cabeza — mi madre me pidió que siempre cuidara de ella y no lo hice, si yo no hubiese Sido tan cobarde la hubiese sacado de ahí a tiempo, hubiese huido con ella o que se yo. Pero hubiese Sido mejor eso que quedarme como una idiota viendo como mi padre se la llevaba — volví a negar con la cabeza.

—¿Escapar te hubiese servido de algo? ¿Tenías a dónde ir? ¿Tenías la manera de hacerlo? — pregunté intento hacerla entrar en razón.

—No. O bueno, no se. Yo.... Tampoco hubiese podido hacer mucho, mis cuentas en el banco estaban congeladas hasta que cumpliera la mayoría de edad y aún estaba en el instituto, así que no, no hubiera servido de nada — suspiró — pero me hubiese gustado haber echo algo más.

—No puedes culparte por eso cielo. Yo nunca en mi vida había visto a alguien luchar por otra persona como tú lo estás haciendo con Vale y eso me enorgullece Poché — le regalé una sonrisa — eres una persona increíble, que lucha por las personas que ama y estoy segura que Vale toda la vida te va a agradecer no haberla abandonado, por qué si, no pudiste hacer nada en ese momento, pero después no paraste hasta encontrarla y a pesar de la vida tan complicada y ocupada que tienes no la has dejado sola, no has abandonado la partida y sigues luchando por ella, así que ahora necesito que confíes en mí y te tranquilices, todo va a salir bien y dentro de nada la tendrás en casa — dije segura y ella me volvió a abrazar contra su cuepo.

—Gracias, gracias por llegar a mi vida y siempre estar para mí Calle, de verdad te lo agradezco — sonreí contra su cuello.