•• P'ov Poché ••
Calle y yo nos seguíamos moviendo al compás de la música, una aferrada al cuerpo de la otra. No sabría decifrar la extraña sensación que sentía al tenerla de este modo, pero me gustaba, me gustaba sentir su cuerpo pegado al mío, me gustaba esa sensación de sentirnos solo a nosotras, esa sensación de tranquilidad que ella me daba era increíble y comenzaba a acostumbrarme a esto.
- Valla, valla. Al final si terminaste casandote con la Ogra - dijo aquella voz tan desagradable que llevaba escuchando desde los 15 años - que desagradables gustos tienes Callecita - dijo con una pena fingida.
- ¿Que se supone que haces aquí Samuel? Dije muy claramente que no te quería aquí el día de hoy - dije con enojo, este tipo estaba empezando a buscarme y en serio tenía unas grandes ganas de patearle el trasero.
- No seas tonta Pochesita, tu aunque quisieras nunca podrás negarme la entrada a ningún sitio. Te recuerdo que soy el protegido de tu padre y ni tu ni nadie puede hacer algo en contra de mi - dijo muy seguro de si mismo y yo solté una carcajada haciendo que el me vea desconcertado.
- Eso está por verse Samuel, así que disfruta mientras puedas por qué haré que pierdas cada privilegio que te han otorgado - dije con autosuficiencia borrando le la estúpida sonrisa de su rostro.
- El que ríe de último ríe mejor Poché, así que disfruta de tus pocos momentos felices por qué siempre te duran muy poco tiempo - dijo seguro de si y algo en mi me decía que tenía razón - además, yo no estoy muy seguro de que Calle aguante más de unos pocos meses a tu lado - dijo y Calle me agarró del brazo.
- No le hagas caso cariño - dijo dándome una sonrisa - fue contigo con quién me case ¿No? - asentí - entonces no tienes de que preocuparte, yo siempre te voy amar a ti y nada ni nadie podrá cambiar eso - dijo con una mirada tan profunda que creí en cada una de sus palabras.
- Lo se preciosa, lo sé - la abrace - creo que ya deberíamos de irnos, ni este idiota ni nadie logrará arruinar nuestra día - dije y ella sonrió. Me volteo para ver a Samuel y le di una gran sonrisa que obviamente era falsa - adiós idiota, y disfruta mientras puedas por qué cumpliré mi promesa más temprano que tarde - y con eso tomé a Calle de la mano y salí de la fiesta sin despedirnos de nadie.
- Ese tipo es muy pesado - dijo Calle riéndose haciendo que se fuera todo enojo de mi solo con escuchar ese hermosos sonido.
- Estoy extremadamente de acuerdo contigo - dije y me deje contagiar de su sonrisa.
- ¿Por qué lo odias tanto? - pregunta y yo suelto un suspiro, yo no quería hablar de eso en ese momento.
- Te responderé esa pregunta cualquier día que quieras que no sea hoy ¿Si? Sinceramente no quiero arruinar el momento - confesé y ella pareció entenderlo por qué solo me regaló una linda sonrisa.
- Está bien entonces, será en otro momento - dijo y yo le abrí la puerta del auto - ¿A dónde iremos?
Sonreí al escuchar la pregunta. Sabía que la haría en algún momento pero yo no estaba dispuesta a decirle - Es sorpresa - dije con una sonrisa de lado y ella me miró con una ceja arqueada.
- ¡María José! ¿A dónde vamos?
- Por favor no preguntes, lo sabrás en poco tiempo, de verdad quiero que sea sorpresa - dije y ella me hizo un adorable puchero del cual yo no podía resistirme.
¡Maldita sea! ¿Desde cuando esté tipo de cosas me parecían tan tiernas que tenía el mayor efecto en mi? ¿Que tiene esta mujer que me hace sentir todo esto? ¿Que tiene ella que me hace cambiar de parecer con un gesto tan tonto?
Suspiré rendida y aproveché el semáforo para verla - Vamos a Cartagena ¿Contenta? - pregunte yo está vez con el ceño fruncido y una mueca en mi rostro.
- Bastante - dijo y de acercó para dejar un corto beso en mis labios que me hizo sonreír.
¡Maldito efecto que tiene en mi!
- Entonces.... ¿Dejaras de preguntar y te dejaras sorprender?
- Lo prometo - dijo y me dió una brillante sonrisa.
Y con eso sonreí y puse una música con el volumen bajo para que ambas pudiéramos disfrutar del camino. Quería que hoy todo saliera bien, quería sorprenderla y demostrarle que la oportunidad que me había dado no iba ser en vano, que yo haría todo lo posible por demostrarle que soy mucho más de lo que ella piensa de mi.
Entrelacé una de mis manos con las suyas y solo me dedique a conducir para llegar lo antes posible a nuestro destino, un destino que esperaba sinceramente que le llegara a gustar.
(...)
Habían pasado unas dos horas cuando por fin había estacionado en el lugar donde dejaría mi auto por estos días.
- Llegamos - dije y Calle se bajó del auto al mismo tiempo que yo.
- ¿Dónde estamos Poché? - pregunta observando todo a su alrededor haciendome reír.
- En Cartagena, ya te lo había dicho - dije bajando ambas maletas del auto.
- Se que estamos en Cartagena, ya me lo habías dicho pero.....
- Estamos en el puerto de Cartagena si es lo que quieres saber - dije y ella asintió - ven, sígueme.
Tomé ambas maletas y lleve a Calle hasta donde se encontraba la lancha que había comprado hacia un año.
- ¿Una lancha?
- Prometiste que no ibas a preguntar - le recordé con una sonrisa y ella hizo otro adorable puchero.
- Pero Poché, no puedes traerme a una lancha y recordarme que no puedo preguntar nada, eso no es justo - dice mientras yo subía las maletas a la lancha y me subía yo en el proceso.
- Solo déjate llevar cariño, no te voy a secuestrar si eso es lo que piensas - dije y la tomé de la cintura para ayudarla a entrar - ahora solo siéntate aquí y disfruta ¿Vale?
- Vale.
Bese su mejilla y me puse en mi sitio para encender la lancha y empezar a conducir la hasta el lugar donde tenía planeado pasar nuestra pequeña luna de mil.
Aún recordaba el dolor con el que Calle me había dicho que yo había arruinado sus sueños, que nada era como ella lo había soñado de niña. Yo... Yo no quería que ella tuviera un mal recuerdo de lo nuestro, además, ambas teníamos un contrato que no podíamos romper en el cual incluye que tiene que darme un hijo en algunos meses después de nuestro matrimonio. Cosa a la que ya no pienso obligarla, eso solo pasará si ella lo desea o por lo menos bajo su consentimiento. Por qué si, Calle tenía ese no se que... que me había querer tener todo con ella. No sabía que era exactamente, pero estábamos ya unidas, ¿Por qué debería de ignorar esto que siento por ella? Siento que lo nuestro puede llegar hacer diferente y sinceramente espero que así sea. Por eso haré todo lo que este en mis manos para que ella logré ver qué no soy realmente la Ogra que todos piensan, que con ella puedo ser diferente.
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Hola, hola..
Se que he estado desaparecida pero realmente estoy en un sitio donde no tengo nada de internet. Espero que les guste este capítulo y que me dejen sus comentarios.
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𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒋𝒆𝒇𝒂 𝒈𝒓𝒖ñ𝒐𝒏𝒂 ( 𝑪𝒂𝒄𝒉é )
Random- Esto no va a pasar - digo sosteniendo aquellos papeles entre mis manos aún sin llegar a levantar la vista. - No tienes otra opción Calle, esa es la única forma en la que quiero que me pagues - levantó mi vista encontrándome con esos ojos que me m...
