𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒋𝒆𝒇𝒂 𝒈𝒓𝒖ñ𝒐𝒏𝒂 ( 𝑪𝒂𝒄𝒉é )

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 35. 𝓑𝓾𝓮𝓷 𝓭𝓮𝓼𝓹𝓮𝓻𝓽𝓪𝓻.

•• P'ov Poché ••

Desperté por segunda vez en el día. Calle y yo no teníamos nada pendiente y hoy era un día muy tranquilo. Después de nuestra bonita charla en la mañana dónde ambas confirmamos que estábamos en la misma sincronía el sueño se volvió a apoderar de nosotras, y... ¿Cómo no hacerlo? Habíamos tenía unas semana bastante agotadoras entre el trabajo, juntas, almuerzos con socios he inversionistas, etc, etc....

Sabía que ambas necesitábamos un descanso así que tenía por plan quedarme todo el día con ella en casa y pasar tiempo juntas. Ya que eso me hacia feliz, estar y compartir con ella me hacia feliz y no lo cambiaría por nada.

Sentía su tranquila respiración en mi cuello cosa que hacía a toda mi piel erizárse. Metí mis manos debajo de su camisa y con ellas trazé cada centímetro de su espalda hasta que sentí como su respiración se hacía más pesada y se agitaba ligeramente. Sonreí y empecé a dejar suaves besos por todo su rostro hasta que llegue sus labios y dejé un beso un poco profundo que al principio no me devolvió pero después lo empezó a corresponder del mismo modo.

- Wow.... Deberías despertarme así todos los días - dijo al terminar nuestro beso con la respiración un poco agitada y con una sonrisa en su rostro.

- Si eso te hace feliz prometo hacerlo todos los días - sonreí y la volví a besar.

No tengo la menor idea del por qué, pero cada vez que Calle y yo nos besábamos el beso era y se sentía muy diferente. Mis besos con ella siempre hacian que mis sentidos enloquecierán y me dejaban deseando más de ella. ¿Pero como no? Los labios de Calle eran suaves, de contestura perfecta, su sabor era delicioso y tan embriagante. La danza de su lengua con la mía siempre era sincronizada y tan perfecta que muchas veses me sorprendía.

- Me encantas - dije al finalizar nuestros beso.

- Tu me encantas más a mi cielo.

La volví a besar de manera lenta y pausada mientras que con mis manos subía poco a poco su camisa dejando leves caricias en su piel. Nos separamos para quitar con facilidad su camisa y en el transcurso ella quitó la mía también. Me senté contra el cabecero de los cama y ella se sentó sobre mi a horcajadas. Empecé a dejar besos por su cuello dejando leves marcas en el mientras que con mis manos quitaba suavemente el broche de su sujetador. Me vio a los ojos y sin despegarlos se lo quité para lanzarlo a algún lugar de la habitación.

- Eres.... Joder Daniela eres hermosa - dije al recorrer desde su pecho hasta su abdomen con la mirada.

Tomé sus senos con mis manos y los empeze masajear mientras seguía dejando besos por su cuello, baje hasta su pecho hasta que llegue a sus senos y comencé a dejar círculos con mi lengua en su pezón dejándolo erecto para mí, hice el mismo procedimiento con el otro mientras que con mis manos acariciaba sus muslos. Podía sentir en mi abdomen la humedad de su centro y mi excitación crecía al sentirlo y al escuchar sus suaves gemidos.

- Poché por favor... - susurró con la cabeza hacia atrás.

En un movimiento rápido la acosté en la cama dejándola debajo de mi y me deshice de sus bragas tirandola a algún sitio donde no me estorbara.

- Poché.....

No respondí y empecé a besar cada centímetro de su cuerpo mientras con mi pulgar dejaba vagas caricias en su clítoris que la hacía retorcerse debajo de mi. Ignore el lugar donde ella necesitaba más atención y empecé a besar suavemente el interior de sus muslos.