𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒋𝒆𝒇𝒂 𝒈𝒓𝒖ñ𝒐𝒏𝒂 ( 𝑪𝒂𝒄𝒉é )

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 6. ¿𝓒𝓪𝓼𝓪𝓻𝓶𝓮 𝔂𝓸?

•• P'ov Calle ••

Estúpida, estúpida, estúpida....

Eso es lo que no he dejado de repetirme desde la noche anterior. ¿Cómo pude dejarme besar por mi jefa? Es obvio que está más que claro que siempre soñé con que lo hiciera, pero era solo eso, sueños. Nunca llegue a imaginar que eso se convirtiera en realidad, es que no es posible. Ella es mi jefa y esto no debió de haber pasado aunque me haya dado el mejor beso de mi vida, por qué si, eso es algo que no negaría, ese fue el mejor beso que alguien haya podido haberme dado y dudo mucho que algún día lo llegué a olvidar.

Pero tengo más que claro que para Poché solo soy un juego y nada serio; que es justamente lo que yo busco. Además, ella es María José Garzón, la CEO mas importante en el mundo empresarial y la dueña de la empresa más grande de Colombia, ella podría tener a sus pies a las mujeres que quiera y que fueran de su misma clase social.

¿Por qué querría ella tener algo con alguien como yo? Soy solo su simple secretaria que lo poco que gana lo usa para mantenerse y ayudar a su madre que cada día se endeuda más y más. María José Garzón nunca me verá realmente como algo más que una simple noche conmigo.

Esto es una mierda.....

— ¡Daniela Calle! Responde — escucho como me grita Mila sacándome de golpe de mis pensamientos.

— Eh si, ¿Que me decías? — digo totalmente perdida de la conversación.

— Te preguntaba que ¿Que tienes? — pregunta y puedo ver un gesto de preocupación en su rostro.

— ¿Yo? — ella asiente — nada — digo mientras comienzo a ordenar unos documentos en mi escritorio.

— ¿Segura? Por qué desde que llegastes está mañana estás muy extraña y bastante perdida.

— Solo estoy cansada Mila — le doy una sonrisa — eso es todo, ayer fue un día muy largo y anoche no pude dormir casi — le explico.

— Está bien, entonces me iré a trabajar — asiento — hablamos ya en el almuerzo.

— Hablamos luego — digo y veo como ella se aleja hasta su puesto de trabajo.

De un momento a otro suena el ruido indicando que alguien había llegado. Desvió mi mirada asta el ascensor y veo como de el sale María José más seria que de costumbre.

Mientras camina hacia mi, me mira fijamente a los ojos haciendo que la misma corriente eléctrica que me recorre desde la primera vez que ví esos hermosos ojos pase por todo mi cuerpo.

No puedo evitar sentir todos lo nervios que siento al tenerla de frente observándome de esa manera. En estos momentos me reprendo mentalmente por qué imágenes del beso de anoche llegan a mi como una película y no puedo evitar el suspiró que sale de mis labios.

¡Dios mío! Cómo me gusta esta mujer.

— ¿Algún pendiente? — pregunta aún con su seriedad característica de ella.

— N-no — digo desviando mi vista a los papeles de mi escritorio evitando el contacto visual con ella.

— Calle.... — me llama.