•• P'ov Poché ••
— ¡Daniela Calle! Creí haberte dicho que no puedes entrar a mi oficina sin tocar — digo.
Al levantar mi vista me encuentro a Calle echa un mar de lágrimas haciendo que me preocupe y me levanté de mi haciendo para ir a dónde ella y abrazarla contra mi cuerpo.
— L-lo siento — me dice en llanto.
— ¿Que te pasa? — le pregunto dejando pequeñas caricias en su espalda.
— M-mi madre ha tenido un accidente — dice y se aprieta más a mi haciendo que tenga una gana enormes de protegerla contra todo, incluso de mi — N-necesito ir al h-hospital.
— Porsupuesto que si, te acompaño — dije y me aleje de ella para ponerme mi saco y tomar mi celular con las llaves de mi auto, ya lo demás lo buscaría después.
— No es necesario señora.
— Si lo es, déjame llevarte por favor — digo sin creer lo que estoy diciendo, pero sentía que eso era lo correcto.
— Ok, e-esta bien — me dice rendida.
— Entonces vamos — digo y le muestro una sonrisa.
La tomo de la mano ya que ella aún estaba como en estado de shock y sentí las enormes descargas en mi cuerpo. Calle se deja llevar asta el estacionamiento donde la ayudo a subir y después de subirme yo me pongo en marcha al hospital que me había indicado.
•• P'ov Calle ••
— Buenas tardes, quisiera saber el estado en el que se encuentra la señora María Fernanda Soto — le pregunto a la enfermera que estaba en la recepción del hospital.
— ¿Es usted algún conocido o familiar de la paciente?
— Soy su hija.
— Espere un momento, el doctor le vendrá a informar en cuanto pueda.
— Gracias — digo y me doy la vuelta para encontrarme a Poché mirándome fijamente.
— ¿Que te han dicho? — pregunta cuando se acerca a mi.
Tomo haciendo y le respondo — Que tenemos que esperar a que el doctor salga a darnos noticia.
— Hey, todo estará bien — dice y toma haciendo junto a mi — verás que tú mamá va a estar bien — me dice mientras coloca un mechón de cabello detrás de mi oreja y me mira con esos precioso ojos que me hipnotizan haciéndome sentir de alguna manera segura cosa que agradecí.
— Gracias — le digo mientras tomo sus manos entre las mías.
— No hay de que — dice y me regala la sonrisa más preciosa de todas.
— Si hay de que, ¿Quien diría que la jefa gruñona estuviera aquí acompañándome?
— Recuerdo haberte dicho que no siempre suelo ser tan gruñona — dijo y me dió una mirada intensa haciendo que me sonrojara al recordar aquel beso.
— P-poché....
Ring, Ring, Ring....
Nos interrumpe mi celular.
ESTÁS LEYENDO
𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒋𝒆𝒇𝒂 𝒈𝒓𝒖ñ𝒐𝒏𝒂 ( 𝑪𝒂𝒄𝒉é )
Ngẫu nhiên- Esto no va a pasar - digo sosteniendo aquellos papeles entre mis manos aún sin llegar a levantar la vista. - No tienes otra opción Calle, esa es la única forma en la que quiero que me pagues - levantó mi vista encontrándome con esos ojos que me m...
