𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒋𝒆𝒇𝒂 𝒈𝒓𝒖ñ𝒐𝒏𝒂 ( 𝑪𝒂𝒄𝒉é )

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 43. 𝓜𝓪𝓵 𝓹𝓻𝓮𝓼𝓮𝓷𝓽𝓲𝓶𝓲𝓮𝓷𝓽𝓸.

¿Que es tener un mal presentimiento?

Es sentir una punzada en el pecho que nos hace sentir una angustia tan grande al no saber lo que pueda llegar a pasar. Es sentir insertidumbre y miedo. Miedo a lo desconocido, miedo a las consecuencias de dichos actos que hacemos por qué son correctos... O tal vez no, pero son nuestros y ante eso solo tenemos dos simples opciones, huir y ser corbardes, o enfrentar dichas consecuencias y seguir adelante.

Yo estaba decidida por la segunda opción, no importaba que pasará, yo enfrentaría cualquier consecuencia que hayan traído mis actos. Actos que yo creo y afirmo más que correctos. Además, nada que pueda pasar de ahora en adelante podría arruinar mi felicidad al ver la familia que estoy formando, por ellas haría cualquier cosa y me enfrentaría al mundo entero si así fuera necesario.

—Amor — escuché la voz de Calle a mi lado y voltee a mirarla ya que el semáforo estaba en rojo — ¿Estás bien? Estás muy callada.

—Si, estoy bien. Solo estaba pensando — dije restándole importancia, no había necesidad para preocuparla — ¿Ustedes cómo se sienten?

—Yo estoy nerviosa — escuché la voz de mi hermana y la miré por el retrovisor — ¿Por qué yo tuve que venir? No creo que sea porque quieran verme — dijo en un susurro pero aún así logré escucharla.

—No lo sé pequeña, pero te prometo que yo no voy a permitir que nada ni nadie te haga daño — le dije segura — yo siempre voy a cuidar de ti, lo prometo.

—Si pequeña, sabes que nosotras estamos para ti — dijo mi esposa y le sonreí, amaba que ella quiera también a Vale, ella se lo merecía — nosotras vamos a cuidar de ti siempre — afirmó.

—Las quiero mucho — Calle y yo sonreímos al escucharla.

—Y nosotras a ti pulga — afirme por ambas y tras finalizar esas conversación me dediqué a seguir el camino hasta la casa de mi padre.

Todo esto podía salir o muy bien, o muy mal; pero me encargaría de intentar descubrir aquellos secretos que mi padre nunca me ha contado y que los ha confiando más en un desconocido.

(...)

••P'ov Calle••

Al llegar a la casa de los Garzón Poché estacionó el auto. El ambiente pesado se sentía muy palpable, era más que obvio su nerviosismo aún cuando intentará ocultarlo en ese porte frío que quería aparentar.

Ya conocía lo suficiente a mi esposa como para saber que esa era la máscara que usaba cuando tenía miedo a que pudiera venir, pero aún así dispuesta a enfrentarlo.

Poché fue la primera en bajar del auto para venir abrir mi puerta, cosa que le agradecí con un beso en la mejilla que la hizo sonreír y después ir para abrirle la puerta a Vale la cual también se veía nerviosa. Mismos gestos que me hicieron sonreir al ver lo adorables que se veían.

—¿Vamos? — Poché me ofreció su brazo el cual acepté gustosa y Vale tomó mi mano a la cual se aferró.

—Si amor — le dije y decidimos caminar hasta la puerta de la gran mansión dónde nos conseguimos a Lauren, y para mí sorpresa Mila se encontraba a su lado —Camila — saludé a mi amiga la cual me sonrió con las mejillas sonrojadas.

—Hola amiga — me devolvió el saludo — no pensé que nos encontraríamos hoy sinceramente — amaba reímos.

—Lo mismo digo — le lance una mirada de “Despues me cuentas todo" a la cual ella asintio con una sonrisa — Hola Lauren.